No es ningún Santo

Ayer, en el programa OTRO TEMA, el periodista Santo Biasatti entrevistó al subsecretario bonaerense de Ingresos Públicos, Santiago Montoya.

La idea era la de poner a Montoya frente a una buena cantidad de personas para que preguntaran y transmitieran a través de sus preguntas y sus frases qué era lo que sentía la gente con respecto al secuestro de vehículos caros que tenían deudas con Rentas de la provincia.

Había (creo) tres tribunas, en la que se notaba claramente que una de ellas estaba compuesta por damnificados (o futuros damnificados).

Quiero aclarar que algunas personas tuvieron que soportar que agentes de Rentas le secuestraran el vehículo, y luego recurrir a la justicia para conseguir que se los devuelvan.
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Cambiar oro por espejitos y cuentas de colores

Los conquistadores llegaron a estas tierras no con la altruista idea de compartir su conocimiento con los que las habitaban, sino con la intención de dominarlos, imponerles no sólo su voluntad, sino sus ideas, las cuales iban en un único sentido.

Fue así como se les impuso una religión ajena por completo a sus tradiciones, una sociedad de explotación a favor de los nuevos amos y una economía de pauperización.

Cuando vieron que los indígenas tenían oro y plata, decidieron cambiárselos por cosas que éstos no tenían: espejitos y cuentas de colores – por ejemplo -.

Como ése tan favorable – para los conquistadores – intercambio pudo prosperar, todos los conquistadores futuros y en todas las latitudes los emplearon.

El día 26/10/2004, en la Argentina, la ¿justicia? lo convalidó. Sigue leyendo

¿Qué te puedo cobrar?…

No pude encontrar datos concretos de que la exposición del Cacique Guaicaipuro Cuautemoc haya sido pronunciada tal como se dice, pero de la misma manera que el tema de la internacionalización de la Amazonia, la claridad y simpleza de los argumentos valen por sí mismos. Sigue leyendo

Este mundo es un misterio

Por Eduardo Galeano
Página/12

Llevennos ante su lider

Un grupo de extraterrestres ha visitado recientemente nuestro planeta. Ellos querían conocernos, por pura curiosidad o quién sabe con qué ocultas intenciones. Sigue leyendo