Me acabo de encontrar con mi amigo Walter Ego.
Nunca sé cómo es que llegamos a ciertos temas por demás espinosos, pero cuando arranca con sus argumentaciones, es imposible de detener.
Podríamos decir que saca las conversaciones «de la galera», porque por más que trato de que no tome el control del díalogo -y de la sutuación-, siempre se sale con la suya. Y debo admitir que en muchos aspectos sus argumentos son irrefutables.
Se le ocurrió sacar el tema de la pérdida de la soltería -la masculina, claro- y largó una retahíla de desgracias que se suceden a partir del momento en que damos el «Sí».
Como sabía que me iba a ser imposible recordar todas e insufrible para ustedes tener que leerlas, se conformó con una breve exposición, que si bien no era de su autoría, consideraba que podía estar en un 100% de acuerdo con ella.
Me remitió a un video de un cómico norteamericano, Chris Rock en el que hace un resúmen de lo que se supone que nos sucede a nosotros cuando nos casamos.
Antes de dejarlos con el video, si bien en algunos pasajes se escuchan silbidos -según Walter, lanzados por feministas-, es para tener en cuenta que tanto hombres como mujeres se ríen, y dan muestras de que sí sabían de qué se estaba hablando.
No me animo a hablar de esto con Tere, no quisiera que tomara a mal el que yo algunas veces me encuentre con mi amigo íntimo, Walter Ego, y que escuche todo lo que me dice.
Espero que nadie se sienta ofendido… ni aludido.