¡Quiero un Segway!

Siempre pensé que era la cosa más inútil y snob (término antiguo si los hay).

¿Quién querría usar una cosa así?

Pero acabo de descubrir que no debo emitir juicios ni opiniones sobre un producto hasta que no lo haya probado.

Fui a la Exposición Industrial de Avellaneda y se me ocurrió preguntar cómo es que funcionan, qué autonomía tienen y cuánto costaban.

Tienen estabilizadores, tienen una autonomía de 30 km. y cuesta el más barato U$S 6.500,=

Y me hicieron la pregunta clave: ¿querés probar?

Acá estoy.

Andando en un Segway

Perdonen que el sponsor tape al Segway, pero no podía sacar la publicidad.

Es una maravilla, es increíble la sensación que provoca el poder desplazarse hacia atrás o adelante con sólo inclinar el cuerpo, que gire moviendo el manillar izquierdo…

Insisto, a pesar de parecer geek, ¡quiero tener uno!

Para verlo en acción, los invito a ver este video:

Cambiar oro por espejitos y cuentas de colores

Los conquistadores llegaron a estas tierras no con la altruista idea de compartir su conocimiento con los que las habitaban, sino con la intención de dominarlos, imponerles no sólo su voluntad, sino sus ideas, las cuales iban en un único sentido.

Fue así como se les impuso una religión ajena por completo a sus tradiciones, una sociedad de explotación a favor de los nuevos amos y una economía de pauperización.

Cuando vieron que los indígenas tenían oro y plata, decidieron cambiárselos por cosas que éstos no tenían: espejitos y cuentas de colores – por ejemplo -.

Como ése tan favorable – para los conquistadores – intercambio pudo prosperar, todos los conquistadores futuros y en todas las latitudes los emplearon.

El día 26/10/2004, en la Argentina, la ¿justicia? lo convalidó. Sigue leyendo