Dinero plástico

Siempre que escuché hablar de «dinero plástico», se hacía referencia a la tarjeta de crédito.

Con sorpresa descubrí que en algunos países, dinero plástico define a los billetes de uso corriente.

Tuve la oportunidad de tener en mis manos un par de billetes de dólares australianos, uno de 5 y otro de 20, y compararlos con los pesos argentinos del mismo valor (valor en cuanto a numeración, porque los dólares australianos valen más que los pesos argentinos).

Lo primero que me llamó la atención fue que el color era más brillante; luego, al tomarlos, la textura era diferente, eran suaves al tacto.

Noté que tenían un área transparente en el ángulo inferior izquierdo o derecho, según el valor del billete, como si tuviera una película de plástico transparente.

Imagínense la sorpresa al enterarme de que no sólo el área transparente era de plástico, sino todo el billete!

Me dijeron que aunque se olvidaran el dinero en los bolsillos, podían lavar tranquilamente la ropa, porque no se deterioraban. ¿Tendrían en mente el lavado de dinero cuando los crearon?

Me dijeron que probara haciendo un bollo con ellos, y así lo hice.

Les dejo el video para que vean la diferencia entre los billetes de plástico y los tradicionales de papel.

La pregunta del millón es: ¿Cuál de los dos tipos afecta más al medio ambiente? ¿El que obliga a talar árboles para hacerlos o el que necesita del petróleo y los productos químicos para crearlos?

He encontrado en la web que no sólo Australia tiene dinero plástico. Nueva Zelanda, Rumania, Vietnam y Brunei. También menciona a Brasil y Chile, pero según me comentaron quienes me prestaron los dólares australianos, que en Brasil no encontraron ningún billete plástico. Tendré que investigar un poco más sobre ésto.

Información en la wikipedia (en inglés).
Información desde Australia (en inglés).
Características de los billetes plásticos (en español).

Salud, Dinero y Amor

La canción dice: … «tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor; el que tenga esas tres cosas, que le de gracias a Dios»

Están los que no tiene ninguna de los 3; otros tienen una, los menos tienen 2 y no sé si habrá quien las tenga todas.

Stephen Smith (58) tenía sólo una: amor. El de su esposa.

Acaba de ganar la lotería del Reino Unido. £19.000.000.= (diecinueve millones de libras esterlinas), que son unos 25 millones de euros o 37,8 millones de dólares estadounidenses.

¡Bravo!

Tiene amor, que seguramente es verdadero, porque no era por dinero. Acaba de volverse lo suficientemente rico como para no pasar nunca más sobresaltos y podríamos suponer que con semejante cantidad de dinero, podría pagar cualquier tratamiento que necesite, por lo que la salud, mal que mal, la podría tener asegurada…

Pero sucede que Stephen Smith ofrece toda su fortuna a quien pueda devolverle la salud.

Tiene una rara enfermedad que no tiene cura y que podría llevarlo a la muerte en cualquier momento.

Padece de un aneurisma aórtico que puede provocarle la muerte por hemorragia interna al rompérsele los vasos sanguíneos. Las estadísticas indican que apenas 1 de cada 10 puede llegar a salvarse luego de un episodio.

Pueden ver que «el dinero no es todo».

Si tuvieran que elegir 2 de 3, ustedes, ¿qué elegirían?

Ahora que estoy terminando el post, recuerdo que en agosto de 2004 puse otro en donde comentaba que otro inglés había ganado en la lotería 7 millones de libras, pero estaba preso con cadena perpetua.

O ser inglés trae mucha mala suerte, o el dios que ellos tienen, tiene un humor muy negro.

La noticia del premio que ganó Stephen Smith la pueden leer en el país.com haciendo click aquí.

¿Te acordás?… Yo sí

Cris me mandó un mp3 con la advertencia de que me preparara para el lagrimeo.

Es la voz de Mario Pergolini leyendo algo que escribió junto a Eduardo De la Puente.

No quiero parecer nostalgioso, ni llegar a decir «en mi época era mejor».

Pero si tuviera que elegir, no dudaría ni un segundo en elegir «lo que hice», antes que «lo que podría hacer ahora».

Pueden escucharlo

y leerlo

¿Te acordás?

¿Te acordás de aquel tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico «Ta Te Ti suerte para mí»?
Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple «pido gancho!» Sigue leyendo

No es ningún Santo

Ayer, en el programa OTRO TEMA, el periodista Santo Biasatti entrevistó al subsecretario bonaerense de Ingresos Públicos, Santiago Montoya.

La idea era la de poner a Montoya frente a una buena cantidad de personas para que preguntaran y transmitieran a través de sus preguntas y sus frases qué era lo que sentía la gente con respecto al secuestro de vehículos caros que tenían deudas con Rentas de la provincia.

Había (creo) tres tribunas, en la que se notaba claramente que una de ellas estaba compuesta por damnificados (o futuros damnificados).

Quiero aclarar que algunas personas tuvieron que soportar que agentes de Rentas le secuestraran el vehículo, y luego recurrir a la justicia para conseguir que se los devuelvan.
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