¡Suerte que Elvis Presley está muerto!

Mucha gente tiene problemas para hablar su propio idioma, y no todo el mundo puede hablar correctamente una segunda lengua.

Para esos casos en que no se manejan palabras -por ejemplo en inglés- existe la fonética.

Simplemente en el idioma del que tiene que hablar, se recrean las palabras extranjeras.

Casa en inglés es house, para los que no saben cómo se pronuncia, se le escribe «jaus», y aunque la j suene más fuerte que la h en inglés, se entiende lo que se quiso decir.

Otro método -que evidentemente algunos usan- es el de escuchar la letra que no se entiende infinidad de veces hasta que el cerebro arma la fonética y la persona la canta.

Este es -seguramente- el método que Enrique Castellón Vargas, más conocido como El Príncipe Gitano usó para cantar la canción In the Ghetto que todos conocemos cantada por Elvis Presley.

Alguien se tomó la tarea de escuchar la grabación de El Príncipe Gitano y colocarle la letra en la parte inferior de la pantalla en español para que se entienda qué quiere decir si no se habla inglés, en el medio la letra en inglés y en la parte superior la «fonética» tal como es cantada.

Es un interesantísimo ejercicio para ver qué se tiene que hacer y qué no para cantar decentemente en otro idioma.
Sigue leyendo

Ecce Homo en la feria de San Telmo en Buenos Aires

Cada vez estoy más convencido de que en materia de arte no existen límites.

También creo que en materia de artistas, podemos afirmar que estos no tienen techo.

Pero más allá de lo lo que cada uno de nosotros pueda «creer» respecto a este tema, hay algo indiscutible:

Están los «artistas» que crean «arte» para poder comer, y algunos, gracias a su trabajo comem muy bien.

Toda esta introducción viene a colación de lo que el 15/12/2013 encontré en una galería de la calle Defensa en el día en que la feria de San Telmo de Buenos Aires habilita la calle para puestos de artesanos y vendedores de antiguedades expandiendo lo que antes se limitaba a la Plaza Dorrego, convirtiendo el barrio en un polo de atracción de turistas de distintas partes de Argentina y el resto del mundo, aunque muchos vecinos de Buenos Aires ocasionalmente hagan un recorrido por el barrio un domingo.

Y aunque parezca increíble, esto es lo que enonctré: Sigue leyendo

Historia antigua –sólo de computadoras-

Este post tiene la finalidad de contar algo sobre las computadoras antiguas y que podamos divertirnos un rato con una parodia de 2001, una odisea en el espacio de Arthur C. Clarke.

Los más viejos de los usuarios de computadoras, muchas veces nos olvidamos lo que fue la historia antigua de la computación.
Para comunicarnos con el mundo a través de BBSs, porque no existía la web como ahora, usábamos la conexión telefónica y en mi caso un módem V.32 que transmitía a una extraordinaria velocidad de 9.600 bits por segundo. Para los que no saben mucho del tema, les cuento que un bit es «el acrónimo Binary digit (‘dígito binario’). Un bit es un dígito del sistema de numeración binario. Las unidades de almacenamiento tienen por símbolo bit» Lo enconmillado está extraído de la wikipedia.
Ahora bien, con un bit no hacíamos nada; para tener un número, un caracter o un símbolo del teclado, necesitábamos juntar 8 para hacer un byte.
Ahora piensen que si dividimos la velocidad 9.600 bits por 8 para hacer bytes, nos da la increíble velocidad de más o menos 1k por segundo.
Para transferir vía módem un archivo de un mega, necesitaríamos 1.000 segundos, o sea, algo más de un cuarto de hora.
Es evidente que haciendo señales de humo, los indios se comunicaban más rápido que nosotros.

En cuanto a las computadoras, empecé con una Commodore 128, que vendí para comprarme una PC XT 286. Luego cuando salió la 386, por supuesto que me compré una. La siguiente versión fue una 486 que armé yo mismo comprando por distintos lugares -por una cuestión de precios- los diferentes componentes.
Luego, el gran salto: Intel anunció el procesador Pentium.
Inmediatamente salí a comprarme uno para instalarlo en mi fiel 486, pero Sigue leyendo

Mejor no saber dónde está el piloto

En el año 1980 se estrena el film Airplane!, que en los países de habla hispana se presenta como ¿Y dónde está el piloto?

Una disparatada comedia que en gran parte transcurre a bordo de un avión en vuelo, en donde se generan situaciones absolutamente ridículas.

Todos los que disfrutamos de esa película, sabemos que podemos tomar un avión confiando en que el personal de abordo es absolutamente normal…

Pero imagínenese por un momento que la cosa no es tan así.

¿Cómo se sentirían si vieran algo que les hiciera sentir como en esa comedia escrita por Jim Abrahams y David Zucker?

Les doy una ayudita:


Click en la foto la amplía.

Más de uno quedaría al borde del infarto.

Es como para reirse un rato, pero imagino a ninguno de nosotros nos hubiera causado gracia estar ahí en ese momento.

Para los que creen que algo así es raro que pase, piensen que podría haber sido de otra manera:


Click en la foto la amplía.
Si quieren ver la fuente, es Página 12, y el enlace éste.

Historia en tándem – Historia hilarante

Muchas veces recibimos mails de amigos y conocidos que adjuntan PPSs, videos, textos y fotos que consideran divertidos, inspiracionales o lo que sea.

Muchas veces también, van a parar al olvido o son eliminados.

De tanto en tanto nos llegan cosas que nos gustan de verdad. Lamentablemente no sé de dónde vino el texto que les dejo a continuación, lo único que puedo asegurarles es que para la mayoría va a ser divertido.

Recordáis el libro «Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus»?
Un profesor de lengua inglesa que trabaja en una universidad americana nos ofrece este excelente ejemplo. «Hoy vamos a experimentar con una nueva forma llamada «historia en tándem».

El proceso es simple. Cada persona se emparejará con la persona que se sienta a su lado. Uno de ellos escribirá entonces el primer párrafo de una historia corta. Su compañero leerá ese primer párrafo y añadirá un segundo párrafo a la historia. Después, la primera persona añadirá el tercer párrafo y así sucesivamente. Recordad releer lo que se ha escrito cada vez para mantener la coherencia de la historia. Está absolutamente prohibido hablar; la única comunicación entre ambos miembros de la pareja la constituye lo que hay escrito en el papel.
La historia termina cuando ambos estén de acuerdo en que lo ha hecho.»

Esto que sigue lo presentaron dos de mis alumnos de lengua: Rebecca y Gary (no voy a poner sus apellidos).

HISTORIA:

(primer párrafo, por Rebecca)
Al principio, Laurie no podía decidir qué tipo de té quería.
La camomila, que solía ser su favorita para las perezosas tardes en casa, ahora le recordaba demasiado a Carl, quien una vez, en tiempos mejores, dijo que le gustaba la camomila. Pero necesitaba mantener a Carl fuera de su mente a toda costa. Su posesividad era sofocante y, si pensaba demasiado en él, volvía a tener ataques de asma. Así que la camomila quedaba descartada.

(segundo párrafo, por Gary)
Mientras tanto, el sargento Carl Harris, jefe del escuadrón de ataque en órbita sobre Skylon 4, tenía cosas más importantes en que pensar que las neuras de una cabeza hueca asmática con la que había pasado una sudorosa noche hacía más de un año.
«Sargento Harris a Geoestación 17», dijo en su comunicador transgaláctico. «Órbita polar establecida. Por el momento, sin signos de resistencia…» Pero antes de que pudiera cortar, un rayo de partículas azulado surgió de la nada, haciendo un agujero en la bodega de su nave. La sacudida causada por el impacto le proyectó a través de la cabina.

(Rebecca)
Se golpeó en la cabeza y murió casi instantáneamente, no sin antes sentir un último remordimiento por haber tratado tan mal a la única mujer que había sentido algo por él. Poco más tarde, la Tierra cesó sus fútiles hostilidades contra los pacíficos granjeros de Skylon 4.
«El Congreso ha aprobado una ley para abolir permanentemente la guerra y los viajes espaciales», leyó Laurie una mañana en el periódico.
La noticia la estimuló y aburrió a un tiempo. Miró por la ventana, soñando con su juventud, cuando los días pasaban lentos y despreocupados, sin periódicos que leer, ni televisión que la distrajera de esa sensación de asombro inocente ante todas las maravillas que descubría a su alrededor. «¿Por qué hemos de perder nuestra inocencia para convertirnos en mujeres?», se preguntó melancólicamente.

(Gary)
No sospechaba que le quedaban menos de 10 segundos de vida. A miles de kilómetros sobre la ciudad, la nave nodriza Anu’udriana lanzó el primero de sus misiles de fusión de litio. Los estúpidos pacifistas que hicieron que el Congreso aprobara el Tratado Unilateral de Desarme Aeroespacial habían convertido la Tierra en un blanco indefenso para los imperios hostiles alienígenas que habían determinado destruir la raza humana. Dos horas después de la aprobación del tratado, las naves Anu’udrianas se dirigían a la Tierra con suficiente armamento para pulverizar el planeta entero. Sin nadie que les detuviera, iniciaron de inmediato su diabólico plan. El misil de fusión de litio entró en la atmósfera sin oposición. El Presidente, en su cuartel general secreto submarino junto a la costa de Guam, sintió la tremenda explosión que desintegró a la pobre tonta de Laurie, junto con otros 85 millones de americanos. El Presidente dio un puñetazo en la mesa de conferencias. «¡No podemos consentir esto! ¡Voy a vetar el tratado! ¡Vamos a borrarlos de nuestro cielo!»

(Rebecca)
Esto es absurdo. Me niego a continuar este simulacro de literatura. Mi compañero de escritura es un adolescente semi-analfabeto, violento chauvinista.

(Gary)
¿Ah, sí? Pues tú eres una neurótica aburrida y ególatra, cuyos intentos de escritura son el equivalente literario del Valium.
«¡Oh! ¿Me tomaré un té de camomila? ¿O debería tomarme algún otro PUTO TÉ?
Oh, no, sólo soy una descerebrada que ha leído demasiadas novelas de Danielle Steele.»

(Rebecca)
Gilipollas.

(Gary)
Zorra.

(Rebecca)
¡CABRÓN!

(Gary)
Guarra.

(Rebecca)
¡QUE TE DEN POR EL CULO, NEANDERTHAL!

(Gary)
Anda y tómate un té, puta.

(Profesor)
10. Me ha encantado.