Japoneses increibles

¿Cuántas veces nos encontramos faltos de tiempo?

Los que tenemos que despertar a nuestros hijos para ir a la escuela, sabemos de qué manera el tiempo que estábamos seguros que era el suficiente, repentinamente se convierte en tan escaso, que lo nuestro termina siendo una lucha contra reloj.

Les voy a confesar algo: no es que el tiempo sea escaso, sino que nosotros no somos capaces de hacer las cosas correcta y eficazmente.

¿Que de dónde saco esta idea?

Pues del video que muestra que puede uno levantarse tan sólo 5 minutos antes de la hora de salir para el colegio.

Y no es que únicamente nos despertamos, despertamos a nuestro hijo, nos vestimos y nos vamos. Nos da tiempo como para prepararle el desayuno, y cocinarle la vianda que comerá al mediodía. Además, podremos prepararle ropa «de último momento» y ayudarlo a cargar con las mochilas.

¿Que no me creen?

Problema suyo.

Y si creen que miento o exagero, simplemente vean que sí es posible.

Lo vi en Kirai.

Carta de Nano a Santa Claus

Sé que no es nuevo.

Además no tengo ni idea de cuál es la emisora radial que puso al aire este documento; a lo sumo deduzco que está a 1 hora (huso horario) de distancia de las Islas Canarias.

Lo que si sé, es que en la carta que Nano le escribe a Papá Noel está mi callada queja de varios años expresada con absoluta claridad.

Seguramente a todos ustedes les habrá pasado lo mismo en -por lo menos- una oportunidad.

Para los que nunca escucharon la carta de Nano, los invito a descubrirla. Y a los que sí la conocen, la invitación es para revivir las emociones que habrá despertado la primera vez.

Aquí les dejo el audio, pero por si no alcanzan a entender todo lo que el locutor dice, pongo debajo la transcripción.

Es para no perdérselo. Espero que lo disfruten.

Carta de Nano a Santa Claus…

Querido Santa Claus:
Te extrañará que te escriba hoy, 26 de Diciembre, pero quiero aclarar ciertas cosas que me han ocurrido desde que te mandé mi carta lleno de ilusiones, en las que te pedía que me trajeras una bicicleta, un tren eléctrico, una nintendo 64 y un par de patines.
Quiero comentarte Santa Claus que me maté estudiando todo el año. Tanto que no sólo fui uno de los primeros de la clase, si no que saqué puros dieces en el cole. No te voy a engañar.
No hubo nadie que se portara mejor que yo, ni con sus papás, ni con sus hermanitos, ni con sus amiguitos, ni con sus vecinos.
Hacía recados sin cobrar, ayudaba a los viejecitos a cruzar la calle y no había nunca algo que no hiciera por mis semejantes… y sin embargo, ¡Qué huevos los tuyos, Santa Claus!
Es que dejar debajo del arbolito una puta peonza, una mierda de trompeta, y un maldito par de calcetines, ¡qué cagada!
¿Que coño te has creído barrigudo?
O sea que me porto como un imbécil todo este año para que vengas con una mierda de este calibre.
Y no conforme con eso, al maricón del hijo de la vecina, que es idiota y sin educación, malcriado, desobediente, que le grita a su mamá; a ese tonto de las pelotas, le trajiste de todo lo que te pidió.
Por eso, ahora quiero que venga un terremoto o algo así, para que nos lleve a la mierda a todos, ya que con un Santa Claus como tú, tan incompetente y falso, mejor que nos trague la tierra.
Pero eso si, no dejes de venir el año que viene, porque voy a reventar a pedradas a tus putos y sarnosos venados, empezando por esa mierda de Rudolph, que tiene nombre de homosexual.
Los voy a espantar para que tengas que joderte, caminando a pie como yo, cabrón, ya que la bicicleta que te pedí era para ir al colegio y queda a tomar por culo de casa.
Ah, y no quisiera despedirme, sin antes mentarte a la madre que te parió.
Ojalá que cuando hayas subido muy alto se te dé la vuelta el puto trineo y te pegues una buena por ser tan hijo de puta.
Pero eso si, te advierto que el año que viene vas a saber lo que es un niño maldito y un poquito cabrón.

Atte. Nano

PD: La peonza, la trompeta, y el par de calcetines, puedes recogerlos cuando quieras, y metértelos por el culo.

¡¿Cómo no se me ocurrió?!

Siempre hay alguien que tiene una idea genial, que quizás no es novedosa, pero que nadie se ha atrevido a llevarla adelante.

Paola Kullok es una de esas personas.

Les voy a poner un ejercicio para ejercitar la imaginación:

Imagínense una escuelita.

Una escuelita privada. Con dos o tres aulas, nada más.

Ustedes son no sólo los directores, sino también los profesores.

Piensen ahora en el alumnado.

Deberán ser únicamente de sexo femenino.

No tienen que imaginarse una escuela de señoritas, pero piensen que puede que haya varias en esa condición (que sean señoritas).

No tiene que haber menores de edad.

¿Qué es lo que pueden querer aprender mujeres hechas y derechas?

Todo lo relativo al sexo.

Cómo satisfacer a sus parejas o a ellas mismas.

Bien, van bien encaminados… pónganse un guardapolvo 😉 y con el puntero en la mano, comiencen a «dar clase».

Paola… ¡¡¡GENIA!!!

La noticia salió en Clarín. Aconsejo que miren el videíto. Así verán que quizás todavía tengan oportunidad de salir adelante con su propio emprendimiento, aunque sea modesto.

Paola tiene su propia página web, PK Escuela de Sexo, en donde ofrece enseñarle a hombres, mujeres y parejas.

Además, tiene un servicio de fotografía, para que ellas puedan sacarse esas fotos que nunca se animaron a pedirle a la pareja.

Lo que no encontré es un curso introductorio.

En realidad, quiero decir: cómo empezar.

Algo así como: «Mejor aprendelo ahora, antes de que en tu primera vez metas la pata».

Lo que no aclara la «especialista» es si te da: «garantía de satisfacción, o le devolvemos su dinero».

Gracias Bernardo.

Matemáticas y diversión

Creo que para la mayoría de nosotros, en la escuela (sobre todo en la secundaria), estudiar matemáticas no sólo era aburrido, sino además incomprensible.

¿Para qué cuernos quería yo saber de ecuaciones con una, dos o chiquicientas incógnitas?

¿Qué utilidad práctica podían tener en el futuro teoremas como el de Pitágoras, que había muerto hacía tanto tiempo?

Era una verdadera pérdida de tiempo. La mayoría de los profesores daban la materia tal como venía «envasada» en el libro de matemáticas. Fórmulas, teorías, demostraciones y soluciones sin ningún «agregado» que las convirtiera en útiles.

Años después, cuando estaba cursando el primer año en la facultad (quise estudiar medicina. Alguna vez hablaré sobre el tema), la solución de un problema de matemáticas, me ayudó años después.
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Triste y previsible final…

Tal como preveía, el decir la verdad, puede acarrearte problemas.

Teresita ya no forma parte de los elencos de las obras que el grupo Alma de Avellaneda está poniendo en escena.

Viniendo de los políticos, las decisiones que toman quienes están por debajo, probablemente sean tomadas en base a «sugerencias».

La directora del grupo, Mónica Magrini, quien tuvo que dar la cara cuando el secretario de cultura de Avellaneda, Hugo Caruso irrumpió en el teatro Roma e interrumpió una función, consiguiendo que los expectadores huyeran despavoridos, le «sugirió» a mi esposa que pidiera perdón «por lo que había dicho».

Sus ¿compañeros? estuvieron en contra de que alguien dijera algo en contra del secretario de (in)cultura, (falta de)educación y promoción de las (malas)artes de Avellaneda Hugo Caruso. «No querían quedar pegados».

Por supuesto, que el haber hecho «enojar» al director del teatro Roma, fue también algo imperdonable.

Muchos de ellos, tienen miedo (quizás debiera decir pánico) de no poder trabajar más por culpa de que alguien haya hecho la crónica de los acontecimientos.

Dejaron que floten en el aire veladas y supuestas amenazas de pérdida de trabajo, de estudio, o de lo que sea.

Fíjense qué fácil es para los políticos hacer lo que quieren. Les alcanza con mostrarse enojados para hacer que todos «corran por sus vidas».

Huyen individualmente, pero sacrifican colectivamente a una víctima para no perder su «status».

En los meses que llevó el espectáculo, con ensayos diarios y una semana de representaciones, apenas si obtuvieron una ganancia que les permitió pagar la comida entre las funciones matutinas y las de la tarde.

Tiemblan de miedo por perder unas migajas.

Pero no dudan en perder los valores morales mínimos.

Mónica Magrini ya se encargó de hacer correr la voz entre todas las autoridades y profesorado de la escuela de teatro de Avellaneda.

Señora, éso es demostrar qué clase de persona es. Cuáles son los valores que defiende. Es pintar el retrato de quien desciende hasta lo más bajo y abyecto para demostrar su servilismo.

Jamás emití juicios de valores con respecto al grupo que usted dirije, ni siquiera en mi casa. Hasta ahora.

En estos momentos me siento aliviado de la responsabilidad de no afectar el trabajo o la relación de Teresita en y con el grupo.

Usted es el arquetipo del argentino «que tiene los gobernantes que merece».

Quiero en este post tomar distancia de usted y sus dirigidos.

Y a ustedes: Arturo Marrone y Hugo Caruso, felicitarlos porque el adoctrinamiento recibido, han sabido aprovecharlo…

No me da vergüenza ser argentino, me dan mucha vergüenza y hasta asco algunos de ellos. Lástima que son los más visibles, los que son «los que nos representan» ante el resto del mundo.

Tengo el estómago revuelto, como en el 2001, 1976… y es una sensación que va a tardar bastante en irse.