Una plaza peligrosa

El domingo pasado (28/06/09) fue día de elecciones,

Unos pocos días antes, la Municipalidad de Avellaneda inauguró la Plaza de la Integración, que era parte de una serie de obras escolares y sanitarias. ¡Muy bien por el intendente si es que no lo hizo con fines políticos!

Una plaza se diseña en planta -o sea, en un plano- la que luego se lleva a una maqueta y se construye luego.

Lo que debe buscarse al diseñar un espacio abierto, es que pueda ser utilizado por la gente, que haya grandes espacios abiertos, lugares de recreación y de descanso.

Se le agregan «unos toques» artísticos para que se pueda apreciar el arte, algún monumento o placa recordando a alguna persona que no debería ser olvidada y en donde se resalten sus virtudes, y ¡listo! a disfrutar.

Con Hernán, mi hijo mayor, quedamos en encontrarnos en la nueva plaza para ir a votar juntos, ya que lo hacíamos en la misma mesa.

Cuando llego, lo primero que me hace notar, es que la plaza tiene una serie de esculturas que de ninguna manera eran las adecuadas para un lugar en el que va a haber chicos jugando.

No más echarles una mirada, el «detalle» saltó a la vista: Son de hierro. El metal está oxidado. LLenas de bordes cortantes y aristas.

¡Ideal para los chicos! 🙁

Inmediatamente me vino a la cabeza un muuuuy viejo documental sueco -lo vi cuando aún no había TV en colores en ARgentina-, y que mostraba a un equipo del gobierno, que le mostraba a un grupo de vecinos qué peligrosa que era la calle para los niños de hasta 6 o 7 años.

Caminaron en cuclillas y descubrieron una gran cantidad de barreras arquitectónicas para chicos que nadie imaginaba y lo peligrosos que eran algunos lugares.

Todo esto estaba dirigido a la comunidad para que modificara sus cercos, setos y otros elementos que pusieran en riesgo la integridad de los niños.

Evidentemente, el arquitecto que diseñó esta plaza o el responsable -supongo que del área de cultura de la municipalidad- no tuvieron en cuenta que un chico jugando y corriendo por la plaza podría lastimarse seriamente.

No es el fin del mundo, pueden actuar rápidamente, porque en invierno no hay tanta gente en las plazas y redondear ángulos y puntas hasta que dejen de ser peligrosas.

Le dejo la idea a la municipalidad y las fotos que saqué ese día para que vean qué se puede hacer.

Con click en la foto se amplía.

Avellaneda-Plaza de la Integracion-Esculturas Peligrosas 1

La foto en Flickr.

Avellaneda-Plaza de la Integracion-Esculturas Peligrosas 2

La foto en Flickr.

Avellaneda-Plaza de la Integracion-Esculturas Peligrosas 3

La foto en Flickr.

Avellaneda-Plaza de la Integracion-Esculturas Peligrosas 4

La foto en Flickr.

Avellaneda-Plaza de la Integracion-Esculturas Peligrosas 5

La foto en Flickr.

Avellaneda-Plaza de la Integracion-Esculturas Peligrosas 6

La foto en Flickr.

CHEEEE… MARRONE!

Este post viene con un pedido solidario al final.

Aunque no lo puedan creer, Marrone quiere iniciarle acciones legales a mi esposa.

Es en serio.

Les hago una breve reseña:

Teresita, tal como puse en el post …¿ Y a donde los llevo?, trabaja en dos obras de teatro infantil que se están presentando en la ciudad de Avellaneda en estas dos semanas de vacaciones (escolares) de invierno.

Como los políticos siempre usan a la gente, aprovechan todas las oportunidades posibles para hacer «campaña». Puede ser que sea muy bien intencionada, pero como dice el refran, «el camino del infierno está sembrado de buenas intenciones».

El teatro Roma, en medio de una representación, se vio invadido por una horda de personas que haciendo sonar bombos, irrumpió en la sala llevando a una gran cantidad de niños para que pudieran disfrutar de una obra de teatro especialmente dirigida a ellos.

Como se imaginarán, se armó un revuelo que generó la salida de todos los espectadores que habían abonado su entrada, que por más que se fueron con el dinero, porque por supuesto se les devolvió la entrada, se vieron envueltos en un ¿escándalo?, ¿mitin? en el que no querían participar.

Enojada, mi esposa escribió un post en donde reflejaba los hechos y daba su opinión al respecto.

Éste es el texto:

Ayer arrancó vacacionarte en Avellaneda.
Nuestro elenco, Alma de Avellaneda, había debutado un día antes con Pinocho.
Como ya creo haber comentado vamos a tener tres funciones diarias, dos en el Teatro Roma y una en el María Luisa Robledo.
Pero a último momento la Secretaría de Cultura nos canceló una función del día de hoy y nos sumó la misma ayer. Por lo tanto cumplimos nada menos que cuatro funciones.
Desde ya que quedamos de cama, no hubo tiempo de recuperación entre una y otra, tan pronto se terminaba la primera empezaba la segunda y así sucesivamente.
En verdad Avellaneda resulta un centro cultural importante, lástima que encontramos una de cal y otra de arena.
Si bien durante todo el año y en especial en vacaciones de invierno hay muchas y variadas propuestas, la organización y la difusión en muchos casos deja que desear.
El colmo del desorden lo experimentamos ayer, nosotros y el público que asistió a la función de las 13.45 hs.
En medio de la misma irrumpieron en el teatro los secuaces del Secretario de Cultura, Hugo Carusso.
Como podrán leer en la nota adjuntada «vacacionarte» el lanzamiento de este ciclo se daba en la plaza Alsina a las 13.30 hs.
Pero los muchachos del partido político que gobierna nuestra ciudad, llegaron al teatro tocando bombos e hicieron ingresar a cientos de chicos en plena función.
El mismo secretario hizo interrumpir abruptamente ésta, el público abucheó, nuestra directora Mónica Magrini salió a dar las disculpas pertinentes, eso sí en forma medida, no se puede ir sobre la autoridad con el riesgo de quedar sin trabajo.
Por supuesto que el verdadero responsable no dio la cara, como buen político se escondió en su madriguera.
Cuando retomó la obra, el teatro estaba lleno de chicos, invitados por el municipio, pero la gente que había abonado su entrada se había retirado.
Hubo que remontar el mal trago pero todo salió artísticamente muy bien por suerte.
Por mi parte, disfruto mucho el poder llevar una sonrisa a los niños, y me alegra sobremanera que los chicos más humildes tengan la posibilidad de acercarse.
Pero sí quiero aclarar que por esto nosotros, los artistas, no cobramos un peso y es más, las entradas que el público había abonado fueron devueltas.
Este post lo escribo con bronca, mucha bronca, porque los politiqueros nos usaron, usaron a los chicos invitados con fines espurios, y le faltaron el respeto al elenco, al público y al espéctaculo en general.

Hace un par de horas, Teresita regresa del teatro, y comenta que el director del teato Roma, Arturo Marrone, la increpó por el post que ella había puesto en su sitio personal.

La amenazó con iniciarle acciones legales por lo que había escrito.

Sintió que cuando se menciona en el post a los secuaces, se lo estaba involucrando. Que eran términos ofensivos.

secuaz.
(Del lat. sequax, -ācis).
1. adj. Que sigue el partido, doctrina u opinión de otro. U. t. c. s. U. m. en sent. peyor.

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Y sí, el sentido peyorativo que se le da a la palabra es más que adecuado. Permitió y/o justificó el desprecio por el público, los actores y todo el personal que trabaja para que esas obras sean puestas en escena.

La sensación que me queda es que lo que está mal, no es el acto en sí, sino el comentarlo. Nadie se enoja con el secretario de cultura, educación y promoción de las artes de Avellaneda, Hugo Caruso, que llegó con los manifestantes y el público infantil al teatro, sino con quienes no están de acuerdo con que las cosas sean mal hechas.

Sigan dándole a los chicos que no tienen, lo que todos los chicos merecen. Pero también merecen recibir respeto y educación.

Ahora, EL PEDIDO SOLIDARIO.

Quisiera que todos aquellos que tengan un sitio personal, se hagan eco de ésto, porque siempre queda la horrible sensación de que hay una amenaza – de toda índole – flotando por ahí cuando los políticos están de por medio.

No sea cosa que porque demos nuestra opinión en contra de los que están en el poder – de turno – nos veamos de alguna manera perjudicados.

Chicas peleando

Tengo una escuela primaria a la vuelta de casa; es pequeña y a ella concurren chicos que en su gran mayoría son humildes, de barrios humildes, y se nota por la ropa que usan, por las palabras que emplean y por la «tonadita» y las frases que repiten hasta el cansancio.

Mi hijo Martín va a otra escuela – VER POST -, que queda a unas 10 cuadras (manzanas) de casa. Todas las tardes lo voy a esperar a la parada del colectivo (ómnibus) y me encuentro con los chicos que salen del cole.

Pero lo que vi ayer, me impactó, me dejó impresionado.

Si bien estoy acostumbrado a que algunos chicos se persigan, se empujen o amaguen con una peleíta, o que a veces haya algún golpecito, la pelea de ayer fue diferente a todas las que había visto hasta hoy, y eso que con mis 46 (¡cuántos!) he visto peleas de todo tipo, cerca de casa tenía dos grandes potreros (terrenos baldíos), uno era Casa Amarilla y el otro el predio donde ahora se encuentra el barrio Catalinas Sur. Varias canchas de fútbol, «montañitas» de tierra para trepar y tratar de capturar o defender del «enemigo», vegetación abundante para realizar entretenidas expediciones en busca de lo extraño.
Se imaginan que peleas he visto en varias oportunidades, pero la de ayer quiero compartirla con ustedes, quizás sea «normal» o no. Sigue leyendo