We somos proudly argentinos ¡Yes, Canejo!

Hace ya muchos años, tantos que ya casi nadie lo recuerda, la Argentina declaró su independencia.

No me equivoco al decir que no se recuerda, porque por lo que se ha visto desde entonces hasta hoy, la declaración de independencia, fue meramente declarativa. Siempre fuimos dependientes de uno y quisimos serlo de otro.

Éramos una colonia, escribimos en un papel que dejábamos de serlo, pero nunca lo llevamos a cabo.

Durante la mayor parte de la historia de este país, siempre hicimos lo que alguna potencia nos indicaba.

Si por casualidad dejábamos de interesarle, inmediatamente partían presurosos los emisarios del gobierno a pedir consejo y guía a cambio de nuestro patrimonio y del hambre de nuestra gente.

Así nos fue.

Así nos va. Sigue leyendo

Cambiar oro por espejitos y cuentas de colores

Los conquistadores llegaron a estas tierras no con la altruista idea de compartir su conocimiento con los que las habitaban, sino con la intención de dominarlos, imponerles no sólo su voluntad, sino sus ideas, las cuales iban en un único sentido.

Fue así como se les impuso una religión ajena por completo a sus tradiciones, una sociedad de explotación a favor de los nuevos amos y una economía de pauperización.

Cuando vieron que los indígenas tenían oro y plata, decidieron cambiárselos por cosas que éstos no tenían: espejitos y cuentas de colores – por ejemplo -.

Como ése tan favorable – para los conquistadores – intercambio pudo prosperar, todos los conquistadores futuros y en todas las latitudes los emplearon.

El día 26/10/2004, en la Argentina, la ¿justicia? lo convalidó. Sigue leyendo