Ingenio publicitario finlandés

Excelente campaña del Ministerio de Transporte de Finlandia para concientizar en el uso del cinturón de seguridad.

Este post lo pongo por lo que vi hoy desde el colectivo cuando volvía a casa.

Renault 19, pareja adulta, él unos 50, ella unos 40.

Viajando de Buenos Aires, Capital hacia Avellaneda, Buenos Aires, Provincia.

Como en la capital el no uso del cinturón de seguridad está penado con multas, ambos lo tenían puesto.

Como en la provincia las normas de tránsito no se hacen cumplir, este par de idiotas no tuvo la mejor idea que desabrocharse los cinturones de seguridad apenas bajaron del Nuevo Puente Pueyrredón, porque al estar en la provincia, la autoridad no iba a decirles nada.

Tuve una primera idea, que inmediatamente deseché, y era que tuvieran un choque, para que se dieran cuenta de lo estúpido de sus acciones.

Pero como seguramente se iban a lastimar bastante y con probablemente habría otras personas involucradas en el accidente, dejé de desearlo.

De todas maneras, seguramente son de los que piensan que los cinturones son peligrosos. He escuchado cada cosa de gente que maneja mucho…

Bueno, basta de cháchara. Vean y disfruten el video.

Even dummies wear seatbelts.
Hasta los dummies(*) usan cinturón de seguridad.

(*) Dummies en inglés puede traducirse como tontos, y es el nombre que se le da a los muñecos que se usan en las pruebas en donde se requiera simular la reacción de un cuerpo humano. Hay modelos de adultos, niños y hasta de perros para testear qué es lo que pasa con cada uno de ellos en un accidente.
Hay de diferentes tipos: desde el simple muñeco imitando el volumen y masa de un cuerpo humano, hasta los más sofisticados, que tienen sensores en diferentes partes para registrar cómo afectaría el impacto en los distintos órganos.

La definitiva muerte de Fontanarrosa

El «Negro» Roberto Fontanarrosa, a los 62 años, se nos fue.

Comencé a disfrutar de sus trabajos cuando en la década del ´70 publicaba sus chistes en la revista Hortensia. Desde ese momento, fui un fanático suyo.

Historietas, viñetas, cuentos, novelas; ningún género escapó a su pluma genial.

Cuando en 2004 fue uno de los expositores en el Tercer Congreso de la Lengua Española, demostró su toda su capacidad, cuando para la disertación escogió como tema el de «las malas palabras»; llegando al súmmum al explicar la importancia de pronunciar correctamente la palabra «mierda», arrancando risas y aplausos de toda la concurrencia.

Enfermo de esclerosis lateral amiotrófica, fue perdiendo la funcionalidad de su cuerpo, comenzando por su brazo izquierdo (¡menos mal que no era zurdito!), y deteriorándose progresivamente, hasta que, al llegar a enero de este año, anunció que debido a que ya no podía controlar su mano derecha, dejaría de dibujar para aportar el guión únicamente.

A pesar de que lo intentó, la enfermedad pudo más que él. Hoy murió por un paro cardiorrespiratorio.

No hubo tema que no tratara con su ingenio y su humor extraordinario. Política, religión, fútbol (su pasión), e incluso su propia muerte.

Hace muchos años él mismo escribió su propio epitafio:

El día en que yo me muera quedarán mudas las gomas «H»
Pondrán a media asta las Dos Banderas

El día en que dibujó su propia muerte, gozaba de buena salud, pero mal carácter, por lo que fue «tranquilizado» por Boogie el aceitoso con su 44 Magnum de luxe. Más le hubiera valido un pequeño aumento para Don Inodoro…

Ahora ya está.

Ya se fue.

O no.

Podemos apelar a la sentencia final de Boogie: «Los dibujantes pasan, los dibujos quedan».

La historieta, que durante tantos años guardé entre mis tessoross, la pongo aquí para compartirla con todos ustedes.

Primera parte

La primera muerte de Roberto Fontanarrosa - 1

Con click amplía en página nueva.

Segunda parte

La primera muerte de Roberto Fontanarrosa - 2

Con click amplía en página nueva.

Aunque no quiera, se me pianta un lagrimón.

El sitio oficial.
Él en la Wikipedia.