Los violadores – Capítulo IX

Hace ya mucho tiempo que no escribo nada sobre el tema. La última vez fue a mediados de agosto de 2007.

Ayer llovía por la mañana en Buenos Aires.

Al pasar por Carlos Pellegrini al 700, veo un vehículo utilitario maniobrando sobre la vereda marcha atrás.

No hay entrada de vehículos en esa zona, pero no me asombró en lo absoluto. A esa altura hay un lugar de comidas rápidas llamado Troncheto.

Esta es la foto del local:

Troncheto imagen oficial

Y cuando dije que no estaba asombrado, es porque esta era la tercera vez que veía a esa «camionetita» subida a la vereda.

Eran -como en las veces anteriores, alrededor de las 07:30 y estaba lloviendo.

Los peatones, normalmente buscamos el reparo de balcones, salientes o los aleros con publicidad de los negocios para evitar la lluvia.

Con el vehículo allí, estamos obligados a desplazarnos al medio de la vereda y -para decirlo en criollo- jodernos.

El utilitario marca Fiat, tiene la patente JDC 292 y para reforzar con pruebas lo que digo, aquí está la foto tomada el 02/09/2014 alrededor de las 07:30 como lo dije anteriormente.

JDC 292 Frente a Troncheto cargando mercadería en la veredaClick en la foto la amplía.

Como la función de ese vehículo es cargar comida, en lugar de cubrir las bandejas con plástico para que no se mojen, suben a la vereda, ponen el portón trasero en la puerta del negocio y allí cargan lo que vinieron a buscar y que la gente se corra, porque total, como los días de lluvia parece que los policías no hacen recorrida, no tienen miedo de que les hagan una multa.

Al día siguiente, o sea, hoy, como no llovía, estaban cargando el vehículo tal como deberían haber hecho el día anterior.

JDC 292 Frente a Troncheto cargando mercadería en la calleClick en la foto la amplía.

 Ojalá una foto como la que he puesto sirviese para multar a todos los que han participado de esta violación a las normas de tránsito. Y me refiero no sólo al conductor del utilitario, sino también al local por participar de la infracción.

Seguramente volveré a verlos subidos a la vereda los días de lluvia y si puedo, si tengo la cámara a mano, los voy a seguir fotografiando y agregaré las imágenes nuevas a este post.

Lo pesqué infraganti

Hoy, poco después de las 15:30, pude ver cómo un móvil del Gobierno de la Ciudad salía de las cocheras situadas en la Avenida Corrientes al 5400.

Pasaba por delante de la cochera, cuando veo al móvil 09 saliendo y deteniéndose para que los que estábamos cruzando por delante pasásemos.

No le hubiera dedicado una segunda mirada, sino fuera porque el conductor estaba hablando por teléfono.

Se supone que si está prohibido para todos los conductores que circulan por la Capital Federal, para sus empleados también debería serlo.

Telefono al volante
Click en la foto la amplía.

Si bien cuando comenzó a circular por Corrientes ya no estaba hablando, sí lo hacía al salir del garage y mientras estaba esperando que el tránsito le permitiera terminar de poner la camioneta en la avenida.

¿Quién puede garantizar que no habla por el teléfono celular mientras maneja?

¿Servirá esta foto para aplicar una fotomulta como las que utiliza el Gobierno de la Ciudad?

PELIGRO: Un monstruo anda suelto en España

No cualquiera tiene el dinero para comprarse un Audi A8.

No muchos pueden afrontar los gastos -impuestos, mantenimiento, seguro- de un vehículo de ese tipo.

Sólo unos pocos pueden subirse a un vehículo tan potente sin volverse imprudente.

Pero sólo uno reúne todas las características para tenerlo, mantenerlo, volverse imprudente, y como si éso no fuera bastante, convertirse en un HIJO DE MIL PUTAS.

Pido perdón por el exabrupto, a la madre del mencionado y a mis lectores, pero no se me ocurre ningún otro calificativo para una persona de la calaña de Tomás Delgado Bartolomé.

El 26 de agosto de 2004, Enaitz Iriondo de 17 años fue atropellado por Tomás Delgado Bartolomé, que según algunas pericias iba a unos 170 km/h, provocándole instantáneamente la muerte.

El examen de alcoholemia se le realizó al conductor 1 1/2 hora después, dando un porcentaje cercano al de inhabilitación para circular.

En definitiva, a las autoridades les importó más que Enaitz no llevara chaleco reflectante ni casco en el momento del accidente, que verificar la aptitud del asesino y a qué velocidad se desplazaba.

Ahora, 4 años más tarde, el -casi digo hijo de mil putas- desalmado Tomás Delgado Bartolomé ha iniciado juicio a los padres del adolescente por los daños que ha sufrido su automóvil.

Alguien capaz de declarar a la prensa:

«Yo soy el único…, vamos, somos dos los perjudicados, al chaval le pasó lo que le pasó, pero yo soy el segundo o quizá el primer perjudicado».

no se lo puede dejar suelto por la vida así nomás.

En algún lado debe haber una ley que permita que pueda ser sancionado por el asesinato de un adolescente y por la posterior tortura a sus padres, más el intento de robo de 20.000 euros.

La cárcel más un pago por resarcimiento a la familia del chico, más una multa multimillonaria -hasta dejarlo sin un centavo- para obras de bien público como podría ser un programa de concientización de conductores adinerados e inescrupulosos (en potencia), sería lo que calmaría un poco mi indignación.

El próximo miércoles comenzará el juicio en el que el -cómo me cuesta no decirle hijo de mil putas- inescrupuloso Tomás Delgado Bartolomé reclamará que se lo compense por los daños recibidos.

No sé si hay un Dios. No sé si hay Justicia. Pero si al menos uno de los dos existe, este hijo de mil putas -no me pude aguantar más- no puede salirse con la suya.

En la web encontrarán cientos de sitios que hablan del caso. Basta con poner el nombre de la víctima o de victimario.

Yo les dejo dos links.

El del sitio Pesimista, y el de el Periódico.com donde pueden ver algunos datos.

Ingenio publicitario finlandés

Excelente campaña del Ministerio de Transporte de Finlandia para concientizar en el uso del cinturón de seguridad.

Este post lo pongo por lo que vi hoy desde el colectivo cuando volvía a casa.

Renault 19, pareja adulta, él unos 50, ella unos 40.

Viajando de Buenos Aires, Capital hacia Avellaneda, Buenos Aires, Provincia.

Como en la capital el no uso del cinturón de seguridad está penado con multas, ambos lo tenían puesto.

Como en la provincia las normas de tránsito no se hacen cumplir, este par de idiotas no tuvo la mejor idea que desabrocharse los cinturones de seguridad apenas bajaron del Nuevo Puente Pueyrredón, porque al estar en la provincia, la autoridad no iba a decirles nada.

Tuve una primera idea, que inmediatamente deseché, y era que tuvieran un choque, para que se dieran cuenta de lo estúpido de sus acciones.

Pero como seguramente se iban a lastimar bastante y con probablemente habría otras personas involucradas en el accidente, dejé de desearlo.

De todas maneras, seguramente son de los que piensan que los cinturones son peligrosos. He escuchado cada cosa de gente que maneja mucho…

Bueno, basta de cháchara. Vean y disfruten el video.

Even dummies wear seatbelts.
Hasta los dummies(*) usan cinturón de seguridad.

(*) Dummies en inglés puede traducirse como tontos, y es el nombre que se le da a los muñecos que se usan en las pruebas en donde se requiera simular la reacción de un cuerpo humano. Hay modelos de adultos, niños y hasta de perros para testear qué es lo que pasa con cada uno de ellos en un accidente.
Hay de diferentes tipos: desde el simple muñeco imitando el volumen y masa de un cuerpo humano, hasta los más sofisticados, que tienen sensores en diferentes partes para registrar cómo afectaría el impacto en los distintos órganos.