¿Alguien se anima?

Quisiera saber si alguno de ustedes sería capaz de hacer lo mismo que este oriental.

Aunque sería una muy buena idea bajar ringtones divertidos como éste.

Si alguna vez en un ascensor o el el transporte público se les escapa un gas, pueden hacer de cuenta de que es el teléfono, atender la llamada y simular que todo se debe a nuestro sentido del humor.

También puede ser que suene el teléfono justo cuando están por darnos el sí a una cita amorosa, y seguramente será cancelada de inmediato.

Que cada uno vea si las ventajas superan a los inconvenientes.

Ingenio publicitario finlandés

Excelente campaña del Ministerio de Transporte de Finlandia para concientizar en el uso del cinturón de seguridad.

Este post lo pongo por lo que vi hoy desde el colectivo cuando volvía a casa.

Renault 19, pareja adulta, él unos 50, ella unos 40.

Viajando de Buenos Aires, Capital hacia Avellaneda, Buenos Aires, Provincia.

Como en la capital el no uso del cinturón de seguridad está penado con multas, ambos lo tenían puesto.

Como en la provincia las normas de tránsito no se hacen cumplir, este par de idiotas no tuvo la mejor idea que desabrocharse los cinturones de seguridad apenas bajaron del Nuevo Puente Pueyrredón, porque al estar en la provincia, la autoridad no iba a decirles nada.

Tuve una primera idea, que inmediatamente deseché, y era que tuvieran un choque, para que se dieran cuenta de lo estúpido de sus acciones.

Pero como seguramente se iban a lastimar bastante y con probablemente habría otras personas involucradas en el accidente, dejé de desearlo.

De todas maneras, seguramente son de los que piensan que los cinturones son peligrosos. He escuchado cada cosa de gente que maneja mucho…

Bueno, basta de cháchara. Vean y disfruten el video.

Even dummies wear seatbelts.
Hasta los dummies(*) usan cinturón de seguridad.

(*) Dummies en inglés puede traducirse como tontos, y es el nombre que se le da a los muñecos que se usan en las pruebas en donde se requiera simular la reacción de un cuerpo humano. Hay modelos de adultos, niños y hasta de perros para testear qué es lo que pasa con cada uno de ellos en un accidente.
Hay de diferentes tipos: desde el simple muñeco imitando el volumen y masa de un cuerpo humano, hasta los más sofisticados, que tienen sensores en diferentes partes para registrar cómo afectaría el impacto en los distintos órganos.