No pude resistir la tentación

La oportunidad de sacar una buena foto se puede dar en cualquier momento y lugar.

La oportunidad de sacar una foto absolutamente desagradable, también.

No pude resistirme.

Estuvo un rato largo en la ventanilla; era una provocación. No podía esperar más y aunque salió algo movida porque tuve que quitarle el flash a la cámara y robar la foto, es «todo un logro».

Es imposible identificar al perpetrador de semejante falta de buen gusto y decoro, por éso pongo la foto.

Piensen en la imagen como si fuera algo así como un llamado de atención a todos los hombres: No dejen que sus pantalones bajen más allá del lugar en que no deberían bajar.

Y no es por discriminar, pero no debería ser utilizada esta norma para las chicas 😉 .

Si se animan, pueden ampliar la imagen haciendo click en ella; pero la ventaja es que otro click, la vuelve a achicar.

Es preferible que sus hijas no estudien…

… a que lo hagan en el Colegio Mayor Olabidea de Pamplona.

No me importa en lo absoluto qué nivel académico puedan alcanzar en sus aulas. Lo que sí pude ver -y muy clara y gráficamente- es el nivel intelectual y la incapacidad para avergonzarse de las cosas que hacen.

Creo que la culpa de todo la tiene el Opus Dei. Porque es una obra corporativa de la Prelatura del Opus Dei: una iniciativa de personas de esta institución. Al menos éso es lo que reza 🙂 en la descripción del Quienes somos.

Pueden creer en lo que les estoy diciendo, lo que agradezco, porque demuestra que confían en mí; pero si así no lo hicieren, simplemente tómense apenas algo más de 3 minutos y compruébenlo por ustedes mismos.

Es una obra que han puesto en escena sus alumnas y se llama: La oveja Naranja, es un ¿villancico? – El video se puede encontrar buscando La oveja naranja.

El BEEHEHEHEHEEE no podía faltar.

Lo vi en El Confidencial.

NOTA:

El link al inicio del post está roto, porque el sitio está infectado con virus, por eso lo deshabilité.

NO RECOMIENDO ENTRAR

La idoneidad de un candidato

Yo puedo hablar de la Argentina por el derecho que me da el haber nacido y vivir aquí.

Ese mismo derecho lo tienen quienes han nacido aquí, y por los motivos que sean, estén viviendo en otro país.

Habría que hacerlo extensivo a quienes habiendo nacido lejos, viven por las razones que sean, en este país.

Por último, también tienen derecho a opinar quienes desde afuera – y bajo la óptica que les dan las costumbres y culturas de todos y cada uno de los países del globo – miran hacia la Argentina. Sigue leyendo