No, pero sí

A veces nos encontramos con situaciones paradojales.

Cuando Napoleón Bonaparte (a él se atribuye la frase) le dijo a su criado: «vísteme despacio que estoy apurado», creaba una paradoja que se volvió famosa. Simplemente la frase hace referencia a que al no apurarse, existen menos posibilidades de equivocarse, y por lo tanto, más oportunidades de hacer el trabajo más rápido.

Circulan PPSs y cadenas de mails en los que se hace referencia a frases maternas contradictorias como: «te dije un millón de veces que no exageres» o la que dice «cerrá la boca y decime qué fue lo que realmente pasó».

Imagínense ustedes que tienen un edificio con valor histórico que está siendo utilizado como banco.

Conociendo a los argentinos (ignoro qué pasa en otros países), queremos conservarlo en el mejor estado posible, evitando que peguen afiches publicitarios, que hagan pintadas callejeras (graffittis) o pintadas políticas apoyando a candidatos para toda clase de cargos.

¡Qué problema!

¿Ponemos custodia policial las 24 hs del día los 365 días del año?

Lo mejor es avisar y esperar que la buena voluntad de los usaparedes respete el pedido.

Piensen cómo lo harían con el Banco de la Provincia de Buenos Aires, sucursal Avellaneda.

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Quizás hayan llegado a la misma solución que los responsables de cuidarlo.
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Teletubbies indefendibles

Tal como publicó hoy el diario Clarín, el gobierno de Polonia ha decidido no llevar adelante una campaña contra los famosos personajes que supuestamente instalan valores homosexuales a los niños.

Teletubbies y Kaczynski
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En lo que a mi respecta, unos muñecos que se muevan torpemente no me molesta; lo que sí me disgusta es que hablen a media lengua.

Nunca a mis hijos les hablé así. Nunca llamamos a la papilla (puré), pollo, sopa, postres o lo que fuera : «papa». La papa era un tubérculo, no toda la comida que les dábamos.

Nunca se nos hubiera ocurrido enseñarles a hablar diciendo ¡OAAAA! en lugar de ¡HOLAAAA!

De todas maneras, cuando empezaron a hablar, lo hacían como todos los chicos del mundo: Hernán, nos contaba el cuento de la Caputita Doja y Martín, cuando luchábamos y veía que perdía, pedía a gritos ¡COCODO! ¡ASILO! ¡AYÚDAMEN!

Pero incentivar a que lo hicieran, no. Por suerte los Teletubbies no existìan en Argentina cuando ellos eran chicos.

Gracias a Dios nunca los vieron… podrían haber visto este capítulo que seguramente en Polonia no pasaron, porque los hubieran prohibido.

No quiero fumar

Ésto del cigarrillo es todo un tema.

La sociedad, aunque pareciera ser así, no se divide únicamente entre fumadores y no fumadores.

Si hilamos lo más fino posible, vamos a encontrarnos con:

  • Los fumadores.
  • Los no fumadores.
  • Los no fumadores fumadores.
  • Los me da lo mismo.

Para los fumadores, el asunto es sencillísimo: Encienden un cigarrillo y listo.

Para los no fumadores, la cosa se complica: Deben tratar de encontrar un lugar donde nadie fume. Sigue leyendo