Violación y violencia

O: Cómo están generando que la sociedad esté alienada.

No necesariamente violación debemos asociarlo con sexo.
Puede violarse la correspondencia, una caja fuerte, un domicilio, la intimidad, una norma o una ley.
En este sitio he escrito ya 10 artículos sobre los que usan sus automóviles para violar: 1, 2, 3, 4, 4 bis, 5, 6, 7, 8 y 9.
En este no sólo voy a hablar de una violación a una norma de tránsito, sino a una norma no escrita, que es la de la convivencia y además de violencia.
No quise escribir nada antes -esto sucedió el viernes pasado, 22/06/18 alrededor de las 16:45- porque quería madurar la idea con tranquilidad.

HECHOS

Ese día me bajo del colectivo (autobús) en la avenida Belgrano al 1300 en Avellaneda, Buenos Aires y camino hacia la esquina que está a no muchos metros.
Sobre la vereda, que no es muy ancha, -poco más de 2 metros- había un vehículo estacionado frente al local de Hidráulica Farías en el 1345.
Cuando estoy pasando por el costado del vehículo, sale un hombre medianamente joven, que abre la puerta del lado del acompañante e introduce medio cuerpo adentro, como si estuviera acomodando algo, por lo que al casi tocar el borde de la puerta con la pared, me resultó imposible pasar.
Esperé un momentito, y como parecía no haber advertido que hubiera alguien que no podía pasar, usando un dedo, porque sé que el ruido que produce se puede escuchar perfectamente golpeé el marco de la puerta para avisarle que estaba bloqueando el paso. No respondió, por lo que volví a tocar la puerta -siempre 3 golpes- y como seguía sin respuesta lo volví a hacer. En total toqué a la puerta tres veces.
Luego de esto, y no inmediatamente sale completamente del auto y ya antes de cerrar la puerta me increpa –¿¡Qué te pasa, estás muy apurado!?.
Simplemente le respondí: –es que quiero pasar y no puedo.
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