Recetas industriales (hágalo usted mismo, si puede) III

Destrucción de las polillas de las plumas

Se sumergen las plumas en nafta, operación que se efectuará al aire libre o en una habitación donde no haya fuego, dada la naturaleza inflamable del producto empleado. De inmediato se dejan secar por sí solas y se sacuden vigorosamente. El tratamiento no alterará la forma de las plumas, pero el olor dejado por la nafta tardará varias semanas en irse.

1.- No sabía que existían polillas de las plumas. Debe ser algo así como los piojos en la cabeza y las ladillas en otro lado. Ahora me explico por qué los cóndores y los buitres tienen la cabeza y el cogote pelado.
2.- Cuando dice que el producto empleado es inflamable, ¿se refiere a la nafta, las plumas o ambos?
3.- Una de dos: o se tiene una paciencia extraordinaria para agitar las plumas una por una, o se es un pájaro y sacudiendo las plumas sale volando… el chiste fácil sería: ¿qué va a pasar cuando se quede sin nafta?
4.- Si las plumas forman parte de un almohadón o del relleno de una campera, quizás no interese tanto la forma de las plumas, sino cuánto me voy a intoxicar después de utilizarlo/la durante un rato.
5.- Si antes de volverlas a utilizar tengo que esperar varias semanas, ¿dónde las puedo dejar al aire libre para que se oreen sin que se vuelen con el viento?
6.- (Y que tal vez debería haber sido 1.-) ¿Cómo demonios hago para saber que las plumas de mi almohadón o mi campera tienen polillas? ¿Alguna vez alguien quiso volver a rellenar una campera de plumas?… es imposible.

Extraído de: 1000 RECETAS INDUSTRIALES ÚTILES Y PRÁCTICAS (The Amateur Mechanic + Work Handbooks) – Editorial Pan Americana – Impreso en Artes Gráficas Century el 21 de agosto de 1951.-

Recetas industriales (hágalo usted mismo, si puede) II

Cómo exterminar las ratas – Receta Nº2

Se toman partes iguales de aceite de ámbar y de bilis de buey y se les agrega la cantidad necesaria de harina para formar una pasta. Con ella se hacen bolitas que se colocan en la habitación que se quiere limpiar de ratas, poniendo también agua en algún recipiente. El olor del aceite de ámbar atrae a los roedores, los que al ingerir las bolitas sienten intensa sed, bebiendo entonces agua hasta que mueren.

Según dice la receta, el olor del aceite de ámbar atrae a las ratas. Si yo viera un frasco que dijera «aceite de ámbar» o uno que dijera «bilis de buey», también me sentiría atraído, pero en mi caso, para ver cómo son estos productos.

Me quedan dudas a la hora de poner en práctica este método. Sigue leyendo