Lo que miramos sin ver… lo que sabemos sin conocer

Anoche, y por casualidad -zapping de por medio- a las 11:00 de la noche pasé por el Canal Encuentro y vi aparecer a Pedro Grieber.

Como es -a mi entender- el mejor periodista político internacional de la Argentina, consiguió captar mi atención y dejé el control remoto.

Presentaba el programa «Crisis. Orígenes y consecuencias».

Comenzó a decir que iba a pasar varios documentales, el primero de ellos «La Isla de las Flores».

Quise ver de qué se trataba y lo miré.

Documental producido en Brasil, hace referencia en su título a «Ilha das Flores», que me demostró que no importa realmente cuanto miremos, podemos ver muy poco. Que no importa cuanto sepamos, conocemos muy poco.

El film lo pasaron en portugués con subtítulos en español.

Los subtítulos eran la transcripción exacta de lo que el narrador decía.

Intenté buscar ese video en la web, pero no lo encontré. Evidentemente había sido un trabajo realizado por la gente del canal del Ministerio de Educación de la República Argentina.

Encontré la copia que se había pasado en España, que por si no lo saben todo tiene que estar doblado al español y por españoles y vi que la narración era la traducción exacta del original en portugués.

Si bien la calidad de las imágenes no es la mejor, se va a entender perfectamente cuál es la idea que quisieron transmitir con este documental.

Tengo que prevenirlos.

Este documental muestra la realidad.

Y puede que les resulte dolorosísima.

Pero es la que hay y no tenemos excusa alguna para seguir sin querer verla.

Les voy a dejar el video en español y en portugués. Personalmente prefiero este último, porque me parece perfecto el tono con que es narrado; parece en broma, pero no lo es.

Entre las dos copias existe además una pequeña y sutil diferencia: En la copia traducida el inicio de los carteles de presentación no está censurada como en la brasilera.

Para los que no sepan nada de portugués, les dejo la traducción:

«Este no es un film de ficción.

Existe un lugar llamado Isla de las Flores.

Dios no existe.

Casa de cine

presenta

Isla de las Flores»

Aquí les dejo La Isla de las Flores en español.

Y por si entienden el portugués (que no es tan diferente del español) aquí está el original.

Si llegaron hasta aquí, quisiera informarles, o recordarles que es una realidad no sólo en Ilha das Flores, Porto Alegre, Brasil.

¡¡¡YO QUIERO IR AHÍ!!!

Y tener un pase libre para estar todo el tiempo que quiera y todos los días que hagan falta.

Aunque no hable alemán, quiero ir a la ciudad de Hamburgo; para ser más exactos a esta dirección:

Kehrwieder 2-4 Block D
20457 Hamburg – Speicherstadt
.

Es la dirección del paraíso (o por lo menos de uno de los que podemos encontar en la tierra).

Un lugar para el asombro y el disfrute de todo el mundo, sin importar edad, sexo, raza o cultura.

No estoy exagerando.

Simplemente vean estos videos y van a terminar dándome la razón.
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Ser o no ser… muchas cosas

El 18 de marzo de 2011, unos pocos días atrás, estuve en el Cerro Tronador, en Bariloche.

Una experiencia maravillosa de la que en otro momento hablaré y mostraré algunas fotos y algún video.

De lo que quisiera hablar hoy es de otra cosa: «De lo que podemos llegar a ser o no ser».

En la zona del volcán hay un par de hermosas caidas de agua que crean un arroyo que corre por entra las rocas.

Mediante un camino bastante precario y agreste puede accederse a una vista más cercana a la pared montañosa y las caidas de agua.

El lugar tiene un nombre poco original: «Garganta del Diablo».


Click en la foto la amplía.

A mitad de camino hay unos cuasi escalones que permiten el descenso hasta el arrollo de aguas cristalinas generadas por el deshielo parcial del glaciar que se encuentra montaña arriba.

En este video puede apreciarse un poco la vista de la caída y del agua corriendo por entre las piedras.

Retomando la senda ascendente se llega hasta un lugar que nos acerca bastante a la cascada, previniéndonos de que no superemos la zona que marcan los carteles, porque es zona de avalanchas.

Dos carteles que se complementan muy bien, ya que en uno se muestra el ícono de avalanchas y claramente indica «PELIGRO ZONA DE AVALANCHAS» y el otro es una flecha cruzada, que claramente indica «NO AVANZAR» por lo que aquellos que no sepan español entiendan el mensaje.


Click en la foto la amplía.

Por supuesto, estamos los que nos detenemos ante una clara indicación como esa, y los que no.


Click en la foto la amplía.

En total unos 7 u 8 personas pasaron más allá de los indicadores y bajaron hasta el arroyo para estar unos metros más cerca de la caída de agua, que de todas maneras quedaba a cientos de metros y no creo que hubiera una diferencia a favor, ya que daba la impresión de que desde ahí abajo se perdía la vista de la parte inferior de la cascada que que sí podíamos ver los que no avanzamos.

En este caso, era una cuestión de ser o no ser.

Ser o no ser respetuoso de lo que se nos ordena mediante carteles, que son simplemente elementos pasivos que la únca presión que pueden ejercer es pedirnos que no sigamos, pero no tomar ninguna medida en caso de no respetarlos.

Ser o no ser concientes de que en una zona peligrosa, es imposible saber cuándo ocurrirá un evento que ponga en riesgo nuestra vida.

Ser o no ser inteligentes para darnos cuenta de que esa violación a lo establecido no nos convierte en mejores en ningún sentido. Ni más pícaros, ni más valientes, ni nada.

Pero hay aún algo más.

La foto de arriba puede mostrarnos un detalle que da como para pensar…


Click en la foto la amplía.

¡Sí, el hombre que está de espaldas tiene un bebé en brazos!

Aquí, dejo que ustedes mismos describan con sus palabras lo que ese individuo puede ser o no ser.

No pasó nada.

No hubo avalanchas, ni terremotos, ni furiosas corrientes de agua bajando por las laderas.

No por lo menos esta vez.

Aprender a desconfiar de «la realidad»

La realidad es lo que ves.

Pero lo que ves, no siempre es real.

Todo puede variar según te lo muestren.

En Argentina tenemos más de un ejemplo.

Pero para vos, que no tenés muy claro el concepto, te propongo un ejercicio:

Te propongo «desimaginarte» a Louis Armstrong.

Suena raro, pero viene a ser algo así como olvidarte que sabés que era un negro simpático que cantaba una canción que para muchos se hizo conocida gracias a la película Good morning Vietnam, con Robin Williams.

Ahora pensá que te dicen que Louis Armstrong es un negro que canta death metal.

Difícil de imaginar, no?

¿Y si te lo mostrase?

¿Podrías creer que en realidad es un negro simpático que canta una hermosa canción de paz y amor después de ver el video?

Sobre todo viendo y oyendo a alguien que muestra los dientes, entrecierra y desorbita los ojos como hace hacia el final del video.

Mirá el video antes de seguir leyendo.

Ya viste «una» realidad.

Ahora sabés que puede haber «más de una» realidad.

Que esto te sirva de ejemplo para que en el futuro, cuando alguien te presente «la» realidad, pienses que quizás haya «otra» realidad y busques corroborar o desenmascarar «esa» realidad.

En realidad, mi intención no era dejarte esa imagen de Louie Armstrong, por lo tanto, acá te dejo al verdadero, para que lo disfrutes tal como era.
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