¿Quién no ha visto a Pedro Picapiedra y a Pedro Mármol cuando era chico?
Seguramente recordarán a Pedro gritando ¡Daba daba duuuuuu!
O en el cierre cuando quedaba fuera de la casa y gritaba: ¡Vilmaaaa! ¡Ábreme la puerta! ¡Vilmaaaa!
Pero hay algo que no habrán visto nunca.
Puffff, qué feo.