En Europa parece que no está bien visto que las bibliotecas públicas presten libros.
La noticia salida ayer en La voz de Galicia me ha dejado helado:
Las bibliotecas españolas dedicadas al préstamo de libros, discos, vídeos, cedés y cualquier otro soporte físico o virtual que contenga obras protegidas por derechos de autor deberán pagar un canon en concepto de remuneración a los autores de las mismas aunque su actividad se realice sin ánimo de lucro.
Así lo ha declarado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que considera que España ha incumplido la legislación comunitaria en materia de protección intelectual al eximir a prácticamente todos los establecimientos dedicados al préstamo del abono de la correspondiente compensación a las entidades gestoras de derechos de autor…
Se me ocurren varias explicaciones:
- 1.- Que a los europeos (exceptuando a los españoles) les interesa un comino leer.
- 2.- Que todos los que concurren a bibliotecas públicas son adinerados.
- 3.- Que los autores de los libros – o quienes tengan los derechos -, viven con unos pocos centavos que podría dejarles el «alquiler» de sus obras.
- 4.- Que lo que van a cobrar por alquiler las bibliotecas será mucho, para que a los autores les quede algo.
- 5.- Que los autores europeos son unos miserables muertos de hambre, que no quieren que los más necesitados los lean.
Los puntos 3, 4 y 5, no son tonterías. Fíjense lo que dice el Tribunal de Justicia de la Unión Europea:
…El Tribunal de la UE abunda en que el canon es un instrumento fundamental para garantizar que los autores europeos puedan dedicarse plenamente a la creación intelectual, y declara que eximir del mismo «a casi todas o incluso a todas las categorías de establecimientos que efectúan tales préstamos» supondría privarles «de una remuneración que les permitiese amortizar sus inversiones», lo que, a la larga, acabaría repercutiendo «en la creación de nuevas obras»…
Quizás podría agregar un sexto punto:
- 6.- Debe ser enorme la cantidad de personas que diariamente retiran libros de las bibliotecas.
Me parece una barbaridad (acto bárbaro – barbarie).
Siempre escuché que «los libros no muerden»; desde ahora, en toda Europa la frase será: «los libros no muerden pero los autores quieren darte una mordida».
Me enteré a través de Microsiervos.
Ya me estoy imaginando a algún autor sacando su libro por la mañana y devolviéndolo por la tarde todos los días. 😉