Desde pequeño me caractericé por escribir sin faltas de ortografía.
Leía mucho, desde historietas hasta libros.
El hábito de la lectura no sólo te da conocimientos – aunque algunos no sirvan absolutamente para nada -, sino que además ayuda a la hora de escribir sin faltas de ortografía.
Otra cosa que ayuda muchísimo es el hábito de la escritura.
Escribir cuentos, poemas, novelas, ensayos, aún en la etapa en que no se sabe diferenciar más que entre lo que es un poema de lo que no.
También escribí mucho.
Claro que no había TV por cable, internet, computadoras…
Había mucho más tiempo libre para hacer algo tan útil como jugar con los amigos (en persona), leer o escribir.
Cuando llegó a mi vida la Olivetti Lettera 32, todo cambió.
Ya no iba a tener que preocuparme por escribir con letra legible, ya que la máquina lo haría por mí.
Y con ella descubrí que tenía una tara: cuando escribía usando un lápiz o una birome (bolígrafo), no había errores.
Con el teclado sí. Por lo menos mi dedo índice de la mano derecha tenía problemas.
Cuando escribía iba, si usaba la máquina de escribir, invariablemente mi dedo me traicionaba y se desplazaba hasta la tecla con la letra h y la anteponía a la i.
Lo peor del caso es que no me daba cuenta al escribir porque no miraba ni el teclado ni la hoja, sino cuando releía lo que había escrito.
Tenía el asunto completamente olvidado (Word y su corrector se ocupaban de ello) hasta que llegó a mi vida éste blog.
Usaba el block de notas para escribir, luego lo pegaba en el WordPress y… listo!
Mis hijos al leer algunos de mis posts que había volcado al papel, ya que es un soporte confiable, porque salvo el fuego o la lavandina (agua de lejía), no se formatea ni pierde los datos, descubrieron errores en los textos.
No eran unicamente problemas de tipeo como inversiones de un par de letras o la omisión o inclusión de caracteres… ¡eran faltas de ortografía!
Y era verdad. A medida que iba leyendo, me encontraba con los horrores que se me habían escapado a la hora de controlar lo que había escrito.
Durante varios días me dediqué a revisar – Word mediante – lo que había escrito.
No llevé la cuenta qué cantidad de los más de 150 posts fueron corregidos, pero fueron muchos.
Había errores hasta en los posts en los que criticaba a los que no tenían respeto por las reglas ortográficas, lo que lo convertía en un post poco confiable.
Les pido perdón por haberlos hecho leer posts mal escritos.
Creo que ya no quedan más errores… o por lo menos éso espero.
Por lo pronto, éste es el primer post al que antes de subirlo, lo chequeo con el Word.
¿Tendré que acostumbrarme a que un programa haga lo que cuando era chico hacía tan bien?
¿Podré revertir el daño que la tecnología ha hecho en mí?
Sólo el tiempo lo dirá…
😀 seguramente síiiiiiiii, se revertirá.
Un consejillo: evita darle al F7 y verás que escribes todo prefesto como llo 😉