El miércoles pasado, nuestros legisladores dejaron fuera de toda duda cómo es que hacen «su trabajo».
Votaron por unanimidad una ley, y luego de haber votado otras 5, una legisladora – Soria Escudero – le advirtió a su jefe de bloque que «habían votado mal».
Se pidió – por parte del peronismo – volver a votar la «ya votada» ley; los radicales se negaban, y al final del juego del quórum, aceptaron, se modificó la ley y se volvió a votar.
Es más que evidente que la mayoría de nuestros legisladores trabaja mal.
¿Cómo es posible que aprueben o rechacen leyes de las que no tienen la más mínima idea?
O son muchas leyes, o pocas horas de trabajo, o comisiones que no saben muy bien qué hacer y cómo hacer su trabajo.
Si el volumen de leyes a sancionar es demasiado, para ser honestos, en lugar de «votar en bloque», deberían abstenerse de hacerlo si no saben qué están votando.
Queda demostrado que lo que vimos en el video, donde el ex-presidente, ex-gobernador de la provincia de Buenos Aires y «ex-presidente-de-turno» Eduardo Duhalde no es un hecho «casual»: dormido mientras ¿oía? la exposición de algún «colega», se despierta sobresaltado y reacciona automáticamente levantando la mano para votar.
Creo que el que estaba a su lado era Ruckauf. Ambos se ríen de lo sucedido, pero no es para tomarlo a la risa. Demuestran cómo es que hacen las cosas y por qué tienen un concepto tan pobre entre la población.