¿De qué ética estamos hablando?

Hoy leo en la tapa de Página 12 que la Iglesia Católica formó una red de «especialists en bioética» para impedir que una ley se cumpla.


Click en la imagen la amplía.

Para los que quieran saber algo más, pueden leer la noticia en el sitio de Página 12.

En cuanto aparece una ley que elimina barreras y límites al pensamiento y sentir de las personas, la Iglesia Católica salta para defender lo que para ellos es «el modo correcto de vivir».

Ante esta afirmación, debemos admitir que hace ya muchos años que la iglesia norma lo que está bien y lo que está mal.

Pero, muchos años no significa «siempre».

No estuvo mal durante la Santa Inquisición torturar y matar gente.

No estuvo mal la Guerra Santa.

Con el tiempo, la iglesia tuvo cambios muy grandes con respecto a lo que está bien y lo que no.

En ninguna parte de la Biblia se dice que los sacerdotes no pueden estar casados.

Es más, Jesús tuvo entre sus 12 apóstoles a hombres casados.

Pero un buen día, «éso estuvo mal».

Todos los cambios fueron «por inspiración divina».

Así, en 1546, el Concilio de Trento determinó qué libros fueron inspirados -y hasta redactados- por el Espíritu Santo y cuales no.

Los unos conformaron la Sagrada Biblia.

Los otros pasaron casi al anonimato bajo el nombre de Evangelios Apócrifos.

¿En qué se basaron para llegar a tal determinación?

En que estos evangelios «apócrifos» decían cosas que no querían que la gente supiera.

Para los que son mayorcitos, les traigo un recuerdo: La misa se daba en latín, y el sacerdote estaba de espaldas a la grey.

Un día se llegó a la santa iluminación y la santa misa pasó a celebrarse en el idioma de cada país, con el sacerdote de frente a los fieles.

Nada de misterio. Nada de negar participación.

Pero más tarde, un papa llamado Ratzinger decidió que otra vez la misa sería en latín, pero que no era obligatorio que así fuera, porque los católicos se opusieron.

Entre la gente y la iluminación, prevaleció la gente. Los fieles ya no eran mansas ovejas que aceptaban lo que un iluminado les dijese.

Pero no me quiero ir de tema.

¿Qué función cumplen estos «especialists en bioética»?

Pues algo que la iglesia ha hecho permanentemente: limitar la libertad de conciencia.

En los hospitales obstruyen el acceso de la gente a la salud sexual y reproductiva e impedir -en lo posible- la práctica de los abortos que la ley así establece.

¡Cuánta energía puesta en algo que la ciencia aún no ha podido definir absolutamente!

¿Cuándo un óvulo + un espermatozoide se convierten en una persona?

Si bien la ciencia no puede definirlo, la iglesia parece tenerlo bien claro: en el instante mismo de la concepción.

¿Pero… en qué se basan?

¿Será en la Biblia?

Si buscamos en las sagradas escrituras, encontraremos que sí se habla del castigo que le corresponde a quien haga abortar a una mujer.

Pueden leerlo en Éxodo 21, 15 y subsiguientes

15 «El que hiera a su padre o a su madre morirà irremisiblemente.
16 «El que secuestre a una persona, sea que la venda o que ésta sea encontrada en su poder, morirà irremisiblemente.
17 «El que maldiga a su padre o a su madre morirà irremisiblemente.
18 «Cuando algunos hombres peleen y uno hiera al otro con una piedra o con el puño, y éste no muera pero caiga en cama;
19 si se levanta y anda fuera apoyado en su bastón, entonces el que le hirió serà absuelto. Solamente le compensarà por el tiempo de inactividad, y se harà cargo de su curación.
20 «Cuando alguien golpee a su esclavo o a su esclava con un palo, y muera en sus manos, sin falta serà castigado.
21 Pero si sobrevive uno o dos días, no serà castigado, porque es propiedad suya.

Pero la sorpresa llega en Éxodo 21, 22:

22 «Cuando algunos hombres peleen y hieran a una mujer encinta y ésta aborte sin mayor daño, el culpable serà multado de acuerdo con lo que le imponga el marido de la mujer y según lo que establezcan los jueces.

Y si la cosa pasa a mayores (porque parece que un nonato no era una persona)…

23 Pero si ocurre un daño mayor, entonces pagarà vida por vida,
24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
26 «Cuando alguien hiera el ojo de su esclavo o el ojo de su esclava y lo destruya, lo dejarà ir libre en compensación por su ojo.
27 Si ocasiona la pérdida de un diente a su esclavo o un diente a su esclava, le dejarà ir libre en compensación por su diente.»

No nos olvidemos que según el Concilio de Trento fue el mismo Espíritu Santo el que escribió las sagradas escrituras.

Para Dios, un feto no es una persona.

Para algunos, podría ser un nuevo individuo al llegar al período en que de ser parido, pueda sobrevivir.

Este tema será durante mucho tiempo aún controversial y será difícil que todos nos pongamos de acuerdo.

No quiero alejarme de la idea que motivó este post.

Todos estos «especialists en bioética», ¿se habrán movilizado con tanto fervor para criticar a los curas pedófilos?

Saber más Nº1

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¿Habrán estado en el Vaticano acompañando a en su protesta a las víctimas de pedofilia?

En verdad, no lo creo.

¿Habrán, quizás, puesto el mismo empeño al criticar a los sacerdotes y sobre todo a los de más alto rango dentro de la Iglesia que colaboraron con la dictadura militar en 1976?

Saber más Nº7

Saber más Nº8

Todo este grupo de «especialists en bioética» no son más que un montón de fariseos.

Desde mi punto de vista, o son idiotas útiles o cómplices.

O no saben, o no les interesa la verdadera ética.

Estos pensamientos y actitudes propias del medioevo me revuelven el estómago.

No por el razonamiento empleado en sí, porque cualquiera tiene derecho a pensar de esa manera, sino porque es un razonamiento que es utilizado sólo cuando es conveniente políticamente a la Iglesia.

Hace ya mucho tiempo, Jesús estuvo a las patadas en el Templo.

¿Qué creen que haría si decidiera darse una vueltita por la Tierra nuevamente?

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