Sin comentarios

No quería, pero finalmente me decidí y lo vi.

En los dos últimos días, los noticieros han mostrado la noticia grabada para la NBC por Kevin Sites, donde se muestra a un soldado norteamericano de la Primera División de la Infantería de Marina asesinar a un ¿rebelde? irakí.

Anoche, cansado de buscar en la CNN en español e inglés (en realidad, suponía que un tema de esa magnitud sería comentado continuamente, y que tendría la oportunidad, zapping mediante, de escuchar o ver algo) dejé que me lo mostraran en el noticiero de la medianoche de América Noticias.

En todo momento escucho que el gobierno norteamericano «va a estudiar el caso» o que «va a tomar medidas» o que «va a llevar a juicio a los responsables».

Todo se va diluyendo con el tiempo y el silencio cómplice de los medios de comunicación, que como he visto anoche en la CNN en inglés, muestra un listado de los soldados norteamericanos muertos, con sus datos completos. Los «enemigos» no cuentan. ¿O debería decir: los enemigos no se cuentan?

He visto imágenes de la ciudad de Fallujah siendo atacada desde lejos con cañones y misiles.

Me puse a pensar que era muy difícil que esas explosiones que destruían edificios, no tuviesen en su interior a rebeldes – creo que el nombre correcto debería ser: defensores -, ancianos, mujeres y niños.

¿Cómo saber a quién se está matando desde esa distancia y con esas armas?

No se veían imágenes de heridos irakíes – y me refiero a mujeres, niños y ancianos – transportados para su atención médica correspondiente.

¿Acaso esta ciudad no tiene más habitantes que los defensores?

¿Habrá algún recuento – ya ni siquiera pido un listado – de heridos civiles?

Seguramente que el gobierno de Bush tiene una idea de cuántos «aparentemente inocentes» han muerto, pero es aún más seguro que esos datos no se harán públicos.

Recuerdo – y seguramente que muchos judíos también – cuando los ejércitos alemanes de Hitler invadieron – por ejemplo – Polonia, que la comunidad internacional y los medios de comunicación restaron importancia a la hora de contabilizar civiles.

Hitler no se detuvo hasta que varios países se pusieron firmes y se aliaron para detener esa locura.

Claro está que esos mismos países no tomaron partido activo hasta tanto no vieron peligrar su territorio.

Afganistán, Irak, veladas amenazas contra otros países que «si no están con ellos, están en su contra», son – desde mi punto de vista – el principio de una invasión generalizada y global.

¿Cómo es posible que tan pocos años después del Holocausto, hayan olvidado a qué lleva la desidia de los medios?

Pueden estar silenciados por miedo o por intereses, pero siento que esa actitud es como tener en el barrio una manada de leones que se va comiendo a la gente de otras casas, pero respetando la nuestra porque somos más o menos conocidos del macho líder.

En algún momento, las fieras van a querer comerse hasta sus propios domadores.

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