Cuando el himno se canta con sentimiento

Hace unos años puse un post en donde hablaba de los sentimientos que me generaba el ver en la tele a los hinchas argentinos cantando el himno, sobre todo cuando coreaban la parte que sólo era música.

Hasta ayer nunca había tenido la oportunidad de participar del canto en vivo junto a muchos miles de compatriotas.

Es indescriptible.

Es una experiencia que recomiendo tener.

Cuando se está rodeado de personas que le ponen tanto sentimiento el hecho de cantar el himno, es imposible no sentirse parte de un todo.

Todos con un mismo sentimiento.

Lo que puede mostrarnos un video o un audio, es incomparable a sentirlo in situ.

En el video tal vez no se perciba tan bien como estando ahí el sentimiento de la gente cuando se llega a la parte final y la gente cantaba/gritaba «O juremos con gloria morir».

Me sentí feliz y orgulloso de estar rodeado de gente que sintiera de esa manera su «argentinidad».

Cómo cantar el Himno Argentino en la cancha

Escribo esto cuando falta muy poco para que juguemos con la selección de Alemania la final de la copa del mundo en Brasil.

Hacía muchísimo que no llegábamos a esta instancia; creo que -salvo algunas excepciones- todos estamos conformes con lo que se consiguió hasta ahora.

Claro que todos soñamos con dar nuestra tercera vuelta olímpica en el Maracaná, pero sea cual sea el resultado, es muy probable que en Argentina se festeje igual.

Escuché en estos días a dos o tres personas que se lamentaban de que no cantemos el himno en la cancha…

Me imagino que todo esto lo habrá iniciado la nota que Diario Popular le hizo al Tata Brown, en donde se queja de que el himno no se canta, se tararea, y cito lo que dijo: «Estoy re caliente porque tararean el himno en lugar de cantarlo» y “Ahora resulta que en la Argentina tenemos que enseñarles a nuestros hijos y a nuestros nietos que el himno se tararea, no se canta más»

Tal vez lo que habría que enseñar, es que el himno sí se canta, y que nunca se dejó de cantarlo.

De lo que Brown tal vez no se dio cuenta, es que desde hace bastante tiempo, en el exterior solamente pasan la introducción de nuestro Himno Nacional.

Lo que se escucha en las canchas, es la parte que no tiene letra.

Y la hinchada, no va a dejar de enorgullecerse de él.

No nos ponen la letra, no importa, tarareamos la intro, que suene como un himno y en la parte final de esa introducción, como un himno de guerra, incluyendo saltitos y la mano que se agita por sobre la cabeza.

Escuchar cantar el himno en la cancha, que miles de personas lo entonen con tantas ganas, hace que el corazón se me estruje, y no exagero. Creo que esta es la mejor versión que uno puede escuchar.

¡Con qué ganas se canta, alentando al equipo y al mismo tiempo sintiéndose orgulloso!

En este mundial, he visto que cuando filman a la tribuna, hay gente que está realmente emocionada. Es más, en una de las tantas cámaras «tribuneras», le preguntan a un argentino que está llorando después de cantarlo y la respuesta fué más o menos algo así: «… qué querés que te diga, esto me emociona…»

No sé cuándo exactamente empezamos (aramos dijo el mosquito) a cantarlo de esta manera. Acá les dejo una versión del audio de la hinchada argentina en el mundial de Alemania en el 2006.

Así lo cantó la hinchada cuando jugamos contra Irán:

¿Alguien puede decir que acá no se sintió el orgullo y la sangre corriendo por las venas como pide el Tata?

Pero esto no es todo.

Como nuestro himno es largo, cuando se lo extiende, y luego de la introducción ponen el final, la hinchada lo canta, no lo tararea y además pone mucho énfasis el la frase: «…O juremos con gloria morir…»

Y con esto basta, que de tanto escuchar a la hinchada, se me está haciendo un nudo en la garganta.

¡VAMOS ARGENTINA, CARAJO!

¿Pichón de escritor?

En noviembre de 2004 puse un post en el que hablaba de que a Martín (mi hijo menor) le había correspondido una mención en un concurso juvenil de poesía y narrativa organizado por la S.A.D.E. – Sociedad Argentina de Escritores.

El 21 de agosto pasado, en el diario La Ciudad, de Avellaneda, en la columna literaria, apareció una nota en la que se resaltaba a Martín por su estilo literario, era comparado a Artaud, Ionescu y Genet.

Lamentablemente este diario (periódico) no tiene online todas las notas publicadas en papel, por lo que no puedo poner un link a la nota. Estuve esperando a ver si la base de datos se cargaba con posterioridad para hacer un post completo, pero no voy a poder, solamente puedo poner la foto de la nota impresa.

Click en la foto para ampliarla.

Martin en el diario la ciudad de avellaneda

Si quieren leer lo que mi hijo escribe vayan a su sitio personal.

¿Casualidad?

23/06/09 – 23 de junio de 2009
La noticia aparecida en el diario El País.

Dia 23

25/06/09 – 25 de junio de 2009
La noticia aparecida en el diario The New York Times.

Dia 25

No sé si es gracioso o no. Pero parece que hay un dios -sea el que sea- que tiene un muy fino sentido del humor.

Yo voy a aportar un chiste más chabacano: Michael Jackson va a estar en su paraíso; va a estar rodeado de angelitos.

Y sigo; siendo un chiste sobre la muerte Michael Jackson, no puede ser tomado como humor negro.

No suelo hacer humor con la muerte de nadie, pero en este caso, como el astro pop tenía en su haber un récord de niños en su habitación, no creo que sea yo el villano en esta película.

Solamente espero que no quiera reeditar la versión de Thriller.

Y aquí dejo el tema.

Los dos lobos

Todas las culturas tienen leyendas. Variadas. Con distintos tipos de mensaje.

Me gustó mucho esta leyenda cherokee:

Un viejo Cherokee estaba hablándole a sus nietos sobre la vida.

Les dijo: «Hay una batalla teniendo lugar en mi interior… es una pelea terrible entre dos lobos.

Un lobo representa el miedo, la ira, la envidia, la pena, el arrepentimiento, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad y el ego.

El otro lobo es la alegría, la paz, el amor, la esperanza, el compartir, la serenidad, la humildad, la amabilidad, la benevolencia, la amistad, la generosidad, la verdad y la fe.»

Miró a los niños y les dijo: «Esa misma lucha está teniendo lugar en vuestro interior y en el de cualquier persona que viva.»

Los niños se quedaron pensando un momento y uno de los nietos le preguntó al abuelo «¿Y cual de los dos lobos ganará?»

Y el anciano Cherokee respondió: «Ganará el lobo al que más alimentes.»

Lo vi en el sitio de León el africano.