Tilt-Shift: Miniaturas que no son

En fotografía se pueden hacer muchas cosas, tales como eliminar imperfecciones en las fotos de las modelos hasta convertirlas en seres perfectos, hasta transformarlas en monstruosas criaturas.

Podemos hacer que una foto tomada el día anterior parezca hecha cien años atrás.

Pero lo que me está fascinando últimamente es una técnica llamada tilt shift.

Los que recordamos haber jugado con soldaditos o autitos a escala, recordaremos que parecían -si cerrábamos un ojo, por ejemplo- objetos reales vistos a la distancia.

Pues bien, con esta técnica de tilt shift,los objetos reales vistos a la distancia parecen juguetes a escala.

He aquí una muestra para que entiendan a qué me refiero:

Tienen un cierto aire de irrealidad, ¿no?

Imagínense ahora poder hacer un video que nos dé un efecto igual… sería maravilloso!

Pues bien, ya se puede hacer.

Vean:

The Sandpit from Sam O'Hare on Vimeo.

Me encanta la magia de estas imágenes, tanto las fijas como las del video.

Las fotos las encontré aquí.

Los auteres de las fotos, en orden de aparición:

Nº 1

Nº 2

Nº 3

Nº 4

Nº 5

Nº 6

Nº 7

El video aquí.

Seguridad laboral?… ¡JO, JO, JO!

Hoy es 24 de diciembre, cuando en muchas partes del mundo se espera ver por los techos a Papá Noel, Santa Claus, o como quiera que lo llamen, aquí, en Avellaneda podemos ver algo así como los tres reyes magos.

En la esquina de la Avenida Mitre y Cnel. Suárez, tres intrépidos soldadores están montando un nuevo cartel publicitario.

Cómo hacen para no caerse, no sé; lo que sí sé, es que trabajar en la altura, haciendo equilibrio en dos vigas sin amarrar el arnés a ningún punto seguro, es una clara invitación al desastre o a la lección Nº1 de cómo volar sin alas.

Muchachos: ojalá no me hagan decir «yo se lo avisé». Es probable que ustedes tengan familia que espera por ustedes. No sea cosa que caigan de improviso.

soldadores-acrobatas

¡Qué huevada!

Gary LeMaster tiene un hobby, o tal vez debiera decir una profesión sumamente extraña:

Se dedica a tallar huevos.

La primera impresión que se tiene cuando se escucha algo así, es que es evidente que no tiene mucho que hacer. En Argentina a estar sin hacer nada, le decimos justamente «hacer huevo».

¿Para qué querría alguien un huevo tallado? ¿Quién querría un adorno de esa clase?

Pero como la curiosidad pudo más, simplemente me puse a ver qué era lo que hacía.

Quedé impactado.

Nunca se me cruzó por la cabeza que se podía hacer tallas de ese tipo en algo tan delgado como una cáscara de huevo.

Los invito a compartir lo que descubrí.

Utiliza distintos tipos de huevo. De avestruz, ñandú, emú, ganso.

Un huevo tallado de avestruz.

Para ver más fotos de tallado en huevos de avestruz, hacer click aquí.

Un huevo tallado de ñandú.

Para ver más fotos de tallado en huevos de ñandú, hacer click aquí.

Un huevo tallado de emú.


FOTO EMU.

Para ver más fotos de tallado en huevos de emú, hacer click aquí.

Un huevo tallado de ganso.

Para ver más fotos de tallado en huevos de ganso, hacer click aquí.

Pueden visitar el sitio de Gary LeMaster aquí.

La estatua de la libertad argentina

Muchos arquitectos deben sentirse incomprendidos y hasta ignorados cuando sus edificios, realizados con detalles exquisitos, o extraños son olímpicamente ignorados.

Que gusten o no gusten es una cosa, pero que los ignoren…

Buenos Aires, que está construida arquitectónicamente de lo más ecléctica, tiene por todos lados «joyitas», que por culpa de nuestra actividad febril nunca -o casi- llegamos a descubrir.

Cuando se filmó la película Higlander II en Buenos Aires, tengo entendido que su director, Russell Mulcahy al pasar por la esquina de Belgrano Y Perú, quedó maravillado con unas estatuas que sostenían unos balcones e incluyó en la escenografía unas estatuas de ése tipo.

Un amigo mío, arquitecto, me dijo -si la memoria no me falla- que ese tipo de estatuas reciben el nombre de «fatigados».

Ahora bien, quién podría imaginarse que para ver la Estatua de la Libertad, los porteños no necesitábamos desplazarnos 8.454 km hacia el norte hasta llegar a New York…

Ésta es nuestra Estatua de la Libertad:

Esta estatua no está sola.
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Una Spica virgen

En la década del 60´ los argentinos escuchábamos la radio. No se «había inventado» la FM, por lo que todas las radios transmitían en AM.

Escuchábamos las noticias, música, las transmisiones de fútbol y boxeo, programas de interés general…

¡Un embole si tuviéramos que volver a esa época!

La tele no estaba las 24 hs con docenas de canales de cable, ni transmisiones en vivo de eventos internacionales, películas, series, documentales y ventas televisivas.

La música la escuchabas de discos de vinilo en el Winco o los más afortunados en el combinado, ¡que era estéreo!

En la radio, la interferencia hacía que la música sonara «no del todo bien». Lo ideal, era poner la señal de ajuste de los canales de TV, que por media hora pasaban música en altísima calidad, porque era sonido transmitido en FM, aunque no estéreo.

Muchos teníamos radios portátiles a pila, para llevar con nosotros la música y las noticias.

La más famosa de las radios en Argentina era la SPICA.

Era una radio transistorizada, que tenía «lo último» en tecnología.

Para los que no tienen idea de qué estoy hablando, les voy a mostrar lo que Cris, hace un tiempo, mostró que tenía.

La Spica estaba en su caja original, y nunca había sido usada. ¡Una verdadera reliquia!

Le pusimos un par de pilas ¡Y funcionaba a la perfección!

Aunque realmente, no sé por qué dudé de que así fuera.

Les muestro las fotos, así saben cómo era:
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