Diego Guelar y un reclamo que no cesa

El secretario de relaciones internacionales del PRO, Diego Guelar, ha hecho público un reclamo que desde hace mucho tiempo algunos sectores de la sociedad vienen realizando: Que se indulte a los criminales.

Todos sabemos cómo seguiría la cosa en caso de que se aprobase una medida de esa naturaleza.

En un principio alcanzaría solamente a los que han cometido delitos de lesa humanidad, tales como secuestrar, torturar, violar y robar usando como excusa la política.

Seguramente más tarde, también pedirán indulto para los que cometieron delitos menos importantes, tales como homicidas que usaron excusas tales como: «no me quería entregar la billetera» o «no se dejaba violar» incluso aquellos que digan «cómo no iba a matarlos a todos, si apareció la policía…»

Seguramente terminarán indultando al que en la provincia de Córdoba condenaron a 5 años de prisión por robar un peso ($1,=).

Diego Guelar, PRO, déjenme decirles algo: Mejor será que juzguemos a TODOS LOS DELINCUENTES, y cuanto mayor sea el delito cometido, que mayor sea la pena que les corresponda, porque si sentamos el precedente de que podemos hacer lo que queramos con los bienes y la vida de todos los argentinos por el simple hecho de tener las armas, no estamos pacificando un país, estamos tratando de calmar a las fieras, o los monstruos, que creo que ese es el calificativo más adecuado.

Como mensaje de fin de año, podían haber elegido otro tema, algo más humano y para todos.

La noticia en los diarios, excepto en Clarín, en donde no encontré nada.

Página 12.
La Nación.
Urgente 24.
Infobae.

Ley de silencio “pro impunidad”

Hay muchos momentos en los que pienso que las religiones, desde hace ya mucho tiempo, se han convertido en corporaciones.

Debe ser todo un tema el plantearse qué defender primero: la religión como doctrina o como institución para defender la doctrina.

Una religión sin una organización que mantenga encausados a sus fieles dentro del dogma, probablemente degenerase en una interminable cantidad de sectas, tomando cada una su propio camino.

En algún momento, el control que ejerció la religión sobre los hombres, la convirtió en un elemento de poder. A partir de allí, la espiritualidad dejó paso a la materialidad.

Cada vez más, fue prioritario el defender a la institución a como diera lugar, generando leyes propias (internas y secretas), que en nada se condecían con el alma y el espíritu.

En el afán de mantener el poder, se lapidó, quemó, flageló; se condenó socialmente a quienes declaraban fuera de la religión; exclusión que en muchos casos era peor que los castigos físicos. La sociedad los rechazaba, porque previamente, la religión se encargó de ocupar un lugar de poder en el gobierno para legitimar su accionar represivo.

No estoy hablando de ninguna religión en particular. Periódicamente nos llegan noticias de «abusos» cometidos en nombre de la religión, sin importar cuál sea ésta.

Pero lo que originó este post es la noticia aparecida en el periódico Guardian en su sección The Observer, cuando menciona que Joseph Alois Ratzinger, alias el papa Benedicto XVI, envió una «orden secreta» en 2001 a los obispos para que mantuvieran en secreto las pruebas de abuso sexual a menores de edad (pedofilia) por parte de sacerdotes católicos. Este secreto debía extenderse hasta 10 años después de que las víctimas cumplieran la mayoría de edad. De no cumplirse con lo ordenado, se corría el riesgo de ser excomulgado.

Semejante orden, tiene como fin (es evidente) que estos abusos no tomen estado público para no mancillar «el buen nombre de la Iglesia».

Como queda claro, las víctimas serían algo así como un «daño colateral» en la guerra contra «los infieles» o agnósticos.

Aquí es donde se puede apreciar la dicotomía que marco en el segundo párrafo. Imagino que tranquilizarán sus ¿conciencias? suponiendo que Dios recompensará largamente a las pobres víctimas en el más allá.

Algunas páginas en español que hablan sobre el tema (no califico su postura, las refiero porque hablan del tema):

Página 1
Página 2
Página 3

¿Te acordás?… Yo sí

Cris me mandó un mp3 con la advertencia de que me preparara para el lagrimeo.

Es la voz de Mario Pergolini leyendo algo que escribió junto a Eduardo De la Puente.

No quiero parecer nostalgioso, ni llegar a decir «en mi época era mejor».

Pero si tuviera que elegir, no dudaría ni un segundo en elegir «lo que hice», antes que «lo que podría hacer ahora».

Pueden escucharlo

y leerlo

¿Te acordás?

¿Te acordás de aquel tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico «Ta Te Ti suerte para mí»?
Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple «pido gancho!» Sigue leyendo