Se me soltó la cadena… cuando hoy abrí el diario y vi el suplemento -para la juventud- S! de Clarín.

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Hace unos días me refería en un post a la «libertad de prensa» que pregona el ¿»Gran Diario Argentino»?, que no quiere que le quiten el monopolio.

Diariamente lanza publicidades que hablan de la libertad de prensa…

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¡Y justo habla de delitos cometidos por los menores!

Vayamos por partes.

1.- La libertad -y no sólo la de de prensa- es FUNDAMENTAL.

2.- La libertad de prensa debe ser, como todas las libertades, regulada para evitar males mayores: Regular qué se ve y en qué horarios. Qué se dice y en qué horarios. Evitar que se pueda decir alegremente cualquier barbaridad en nombre de la libertad. Que se haga apología del delito. Que se ensalse -como es en este caso- una adicción.

Mi abuela decía «Cada uno hace de su culo un pito».

Pero las leyes imponen -o deberían- ciertos límites.

En un suplemento dirigido a los más jóvenes, hacer una nota de tapa que habla del juego titulándola «Escalera al cielo» y aclarando: «A la edad en que no los dejarían entrar en muchos casinos, ganan premios millonarios con las cartas», es cuando menos, una incitación a los que aún la ley no les permite apostar, para que jueguen y «ganen millones».

Pero no conformes con ponerlo en la tapa, despliegan la nota a doble página con comentarios de «especialistas» tales como:

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«Lo que sorprende es que los ganadores ahora sean tan pequeños», se asombra Nahuel Ponce, editor de la sección «Póker & Fantasía» de espndeportes.com: «En los Estados Unidos, ni siquiera los dejarían entrar al casino».

También hacen comentarios en un tono de «superado»:

En el bloque soft de las bolunotas, el noticiero de la tarde anuncia «en el país del truco, el póker es rey», y otro canal de noticias alarmista se regodea: «¡Alerta! ¡Lo juegan hasta en el recreo de los colegios!».

Y lo rematan diciendo que la ludopatía no merece mayores consideraciones, que no hace falta alarmarse ante un enfermo por el juego.

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No sé si alguna vez vieron, o leyeron o escucharon a especialistas cuando hablan de las adicciones, pero podrían darse una vueltita por este sitio o por este otro y ver -sin miedo, los textos son cortitos, pero esclarecedores- cuál es la opinión de especialistas en salud mental.

Pero por las dudas, por si los textos no fueran suficiente acicate para iniciarse en el escolaso, ponen algunas reglas básicas como para que «vayan entrando en calor».

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Seguramente fue pura casualidad que la tapa que usaron en la campaña por la «libertad de prensa» el título más importante sea: «Crecen 80% los delitos cometidos por menores».

Fíjense qué frase remarca en rojo el diario:

«El póker se volvió algo aspiracional», analiza Gastón Catzman: «Los pibes sueñan verse con la plata».

¿Y cuando no ganen?

¿Saldrán a trabajar horas extra para conseguirla?

¿Buscarán un segundo empleo para disponer de dinero para «ganar millones?

¿Saldrán a delinquir?

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Remarcan frases que son -por lo menos a mi parecer- de lo más estúpidas, sin fundamento:

«Es cierto: soy economista y me dedico a estudiar la psicología del rival», confirma Angel Guillén, el campeón mexicano que, se rumorea, viene de ganar un millón de dólares en Las Vegas.

Podrían seguir con esa tónica y en las páginas de economía poner:

«Soy siquiatra especialista en ludopatías graves y me dedico a estudiar el mercado bursátil», comenta Walter Ego el huno que se dice está cambiando el mundo de las finanzas.

Lo que sí se nota es que la nota es un espacio publicitario encubierto, donde se hacen referencias a un sitio de internet que «brinda el servicio de hacer millonarios a jóvenes de todo el mundo».

Sí a la libertad de prensa.

No al monopolio y la falta de legislación democrática.

Si quieren ver la nota online.